La Fuerza Aérea de los Estados Unidos actualizó su flota de aeronaves espías con la adición de un nuevo dron. Se trata de un avión de reconocimiento táctico no tripulado de larga duración, o ULTRA, por sus siglas en inglés. Este vehículo no solo es más moderno que el General Atomic MQ-9 Reaper actual, también es mucho más barato.
Durante años, las fuerzas armadas estadounidenses han confiado en aeronaves como el Boeing RC-135 o el ya mencionado MQ-9 Reaper. Sin embargo, el problema es que estas naves ya no son tan novedosas ni tan confiables. Es por ello que ULTRA se convierte en un cambio generacional para la fuerza aérea en cuando a tecnología de espionaje se refiere. Este dron ya ha comenzado a operar en Oriente Medio.
El nuevo "juguete" de Estado Unidos
El Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRL por sus siglas en inglés) afirma que ULTRA proporciona “capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento a los comandantes combatientes" con una huella operativa más pequeña que otros vehículos de su clase. De acuerdo con un comunicado de la institución, el dron es capaz de permanecer en el aire por más de 80 horas, mientras transporta una carga útil de aproximadamente 180 kilogramos.
El AFRL también menciona que ULTRA puede ofrecer a los comandantes acceso operativo global en una plataforma de inteligencia, vigilancia y reconocimiento económica, reforzada con GPS y con una gran resistencia. Además, asegura que su sistema es capaz de superar las limitaciones de distancia que impiden el uso operativo de las plataformas no tripuladas actuales.
Otras de sus ventajas, aparte de su rango de operación que le permite alcanzar objetivos en el pacífico, es que cuenta con un sistema de posicionamiento avanzado, equipos de radiofrecuencia y sensores infrarrojos, entre otras características aún clasificadas, las cuales le permiten recopilar información de inteligencia e tiempo real.
Más eficiente y barato que los drones actuales
Con la compra de sus drones ULTRA, el gobierno estadounidense logró mejorar sus capacidades de espionaje sin desembolsar una gran suma de dinero. Y es que si bien muchas de sus aeronaves destinadas a este propósito sigue operando, estas ya se encuentran desactualizadas.
Por ejemplo, los drones MQ-9 Reaper. Introducidos en 2007, hace ya 17 años, fueron concebidos como aeronaves no tripuladas de ataque y han servido eficazmente a la Fuerza Aérea en tareas de espionaje a lo largo de los años. No obstante, con el tiempo se han vuelto obsoletas, prueba de ello son las tres unidades derribadas en Yemen entre 2023 y 2024.
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Por si fuera poco, cada una de estas unidades cuesta al gobierno estadounidense cerca de 30 millones de dólares, de acuerdo con CBS News. Mientras que por una flotilla de cuatro drones ULTRA se pagó 35 millones, según informa DefenseOne. Comparados con estos últimos, los vehículos MQ-9 Reaper también tienen una autonomía significativamente menor. Según The War Zone, esta es de apenas 27 horas con una carga útil de 180 kilogramos.
Los drones ULTRA ya se encuentran en operación desde mayo de 2024. Algunas fotografías compartidas por el AFRL muestran a los jefes de tripulación preparando uno de estos aviones para una misión en "una ubicación no revelada dentro del área de responsabilidad del Comando Central".
