(1)Vecinos de la colonia Pedregales del Oriente están en zozobra.
Con esfuerzos la comunidad logró que el Ayuntamiento anterior y el actual gobierno estatal les dotara de agua potable y alumbrado público; sin embargo, hace unos meses se enteraron que los terrenos que adquirieron hace 20 años son particulares.
Los propietarios que, según averiguaron, son de apellidos Sobrino Sierra y Molina Sobrino, les quieren cobrar de $300,000 a $400,000 por las tierras.
Agregan que el Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY) se lava las manos y les pide $5,000, a pagar en un mes, para los trámites de regularización, ya que se ofrece a ser intermediario.
Además, a la par del surgimiento de los supuestos dueños también hay una constructora.
La colonia, ubicada detrás de San Camilo, podría desaparecer si las más de 80 familias que allí viven no pagan lo que les piden. Incluso, rumoran que los presuntos propietarios podrían desalojarlos en cualquier momento y sus hogares serían demolidos.
En los últimos años, dicen, se han enfrentado a plagas de garrapatas, pulgas y otros ácaros, pues antes hubo establos.
Manifestaron que hace más de 15 años compraron esos terrenos ejidales a Evaristo Chan Puch, según, la constancia del Registro Agrario Nacional con número de certificación de derecho agrario 1445479, firmada por el licenciado Fernando José Triay Novelo.
"Todos tenemos constancias donde compramos nuestros terrenos y no es justo que ahora vengan personas con influencias en el gobierno y quieran despojarnos de los que hemos construido con muchos esfuerzos", dice uno de los vecinos.
En una calle destaca un letrero donde se anuncia que la Japay y el gobierno del Estado invirtieron $1,561,723.64 en la red de agua potable de la colonia. MARTHA DZUL CHAN
Habitantes de Pedregales del Oriente pelean por 20 años de residir en la zona.
Duda
"¿Si las autoridades sabían que eran terrenos privados porque han invertido en luz y agua?", se preguntan los vecinos.
Vecinos unidos
Otra de las habitantes de Pedregales del Oriente opina que es una gran injusticia lo que les quieren hacer, de manera que se han unido para luchar por su patrimonio.
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