Vistosa presencia de la Comuna en la muestra estatal de altares

30 octubre 2011
Noticias de Yucatán

 (atole con el dedo)


Publicada:  29 octubre 2011 06:30 hrs.
Comunicado de prensa del Ayuntamiento

  Hoy la tradición se dio cita con la muestra de altares instalada en la Plaza Grande, eventoque coincide con las actividades que desde el Ayuntamiento cumple la alcaldesa Angélica Araujo Lara en su compromiso con las manifestaciones culturales y artísticas de los ciudadanos.

  Consecuente con preservar las tradición yucateca del Hanal Pixán, la presidenta municipal participó en el recorrido por la muestra estatal de altares dedicados a los fieles difuntos, donde presentó a la gobernadora el altar representativo del Ayuntamiento de Mérida.

  La tradicional conmemoración yucateca Hanal Pixán (comida-alma que da vida al cuerpo) a nivel estatal, se llevó al cabo este día en la Plaza Grande del Centro Histórico, con la participación de 75 altares entre los que sobresalió el del Ayuntamiento de Mérida, a cargo de la Dirección de Cultura.

  La gobernadora Ivonne Ortega Pacheco encabezó el recorrido acompañada de la alcaldesa meridana y visitó cada sitio de una exposición que contó con la participación de los tres niveles de gobierno, de instituciones federales, educativos, de municipios del estado y gremios que dieron muestra de lacultura y las tradiciones mayas.

El director de Cultura del Ayuntamiento, Roger Metri Duarte, explicó que el gobierno municipal ha participado en la muestra estatal desde los años ochenta, cuando inició la exposición y se procura mantener la tradición de invitar a las ánimas para entrar y salir.

La alcaldesa presentó a la mandataria estatal el altar de grandes o adultos (nojoch winikoob, en maya), que resaltó por los elementos alusivos a la conmemoración de los muertos, elementos ubicados dentro de una casa grande hecha de palos y paja con una albarrada, un pozo y una batea de cerca de 90 años.

Junto a la albarrada estaban los animales, un cerdo indio, gallinas, pavos y en el “patio” un toro y un perro. También estaban las mestizas preparando a mano tortillas de maíz, las cuales colocaron en el comal (xamach), calentado sobre leña y carbón, mientras otras en el metate molían especias.

Mujeres ataviadas con hipiles o ternos de vistosos bordados y con flores de colores, lazos en el cabello y portando filigranas elevaron sus cantos como parte de la novena de los muertos.

Al entrar a la casa, en el suelo había velas blancas y negras (kib sac yeetel boox) para dirigir a las almas hacia el altar compuesto de tres niveles y manteles blancos.

El primero, el de abajo, para los espíritus de gente muy pecadora o que murió en accidentes; el segundo para quienes murieron por causa natural y el tercero para la gente muy buena, según cuenta la leyenda maya.

Los alimentos de todos los niveles del altar consistieron en el pib que emanaba el sabor del pollo y puerco con tomate, masa, manteca y otros deliciosos ingredientes envueltos en hojas de plátano y cocidos bajo tierra.

En platos de barro fueron servidos los dulces de la región como el nance (chi), la papaya (puut), la jícama (chiikan) y la yuca con miel.

Asimismo, el chile (ik) para acompañar al pib o tamal gigante. En vasos del material mencionado había atole y agua, mientras que en las jícaras estaba el chocolate caliente. También bebida embriagante en botellas (uk’ul ba sataool) y cigarros (chamal).

En un calabazo estaban las tortillas y en otros platos de barro los panes de muerto, los pibinales, y las arepas.

Bajo el altar, una cruz hecha con pétalos de x’pujul y en los alrededores lucían los floreros con xtes y amor seco.

En el tercer nivel de la mesa, en lo alto, estaba el retrato de los difuntos y la cruz verde católica en representación del camino a seguir de las ánimas, en el que había un bordado en punto de cruz.

El altar estuvo rodeado de niños ataviados como mestizos, pertenecientes al Ballet Folclórico Infantil del Ayuntamiento de Mérida, quienes luego de rezar comieron diversos dulces que estaban en el altar.

Otro de los altares que llamó la atención de turistas y ciudadanos meridanos fue el de Tekantó, dedicado al difunto sacerdote Carlos Rufino Áreas.

En el recorrido, además de los funcionarios del gobierno estatal, también estuvieron presentes directores y regidores del Ayuntamiento de Mérida.
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