Locatarios de La Pepita, sin información

24 diciembre 2011
Noticias de Yucatán

 (mercado, obras frenadas, despilfarro, opacidad)


Afirman que la Comuna prefiere no decirles nada 
Publicada:  24 diciembre 2011
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La construcción del nuevo espacio comercial del mercado conocido como La Pepita empieza a tener forma en el Lucas de Gálvez porque cuenta con las primeras paredes y columnas para el techo.

Hasta ayer los comerciantes de los diversos giros que posiblemente ocuparían La Pepita desconocen cuándo se pasarían, qué medidas tendrían los locales, si todos los giros estarán "revueltos" como es hasta el momento y sobre todo si desmantelarán la estructura metálica que los protege de las inclemencias del tiempo desde hace 9 años.

"No nos dicen nada ni platican con nosotros porque el Ayuntamiento sabe que si no nos gustan los espacios lo vamos a rechazar", dijo ayer una ventera de flores ubicada debajo de la nave metálica que está entre el San Benito y el Lucas de Gálvez.

La comerciante, quien pidió no publicar su nombre, señaló que la obra va muy lenta y ningún funcionario municipal les ha informado que los vendedores de ese tianguis ocuparán La Pepita.

"No nos han dicho nada. Todo lo hacen de sorpresa para que no tengan problemas", señaló la florista. "No vamos a dar todos, somos muchos".

Otras vendedoras de flores informaron que si las pasan a La Pepita tienen que estar a la vista del público y en un área ventilada con aire natural para que no se marchiten las flores, follaje y arreglos florales porque la mercancía apenas aguanta una semana.

Otro comerciante que está en la nave metálica y es del ramo de la taquería informó que tampoco tiene conocimiento sobre el posible traslado a La Pepita.

"Llevamos 30 años en este pasillo de la curva del Chetumalito y no sabemos si el nuevo espacio comercial tendrá lugar para colocar mesas para los clientes", comentó Joel Balam, encargado de la taquería "La terminal".

La estructura metálica cobija a más de 100 comerciantes de distintos giros. Hay vendedores de flores, verduras, frutas, abarrotes, condimentos, cocinas económicas, juguerías, juguetes, ropa, zapatos, dulces, etcétera.

Aunque cuenta con cámaras de vigilancia en la parte superior de la estructura metálica, los comerciantes dicen que son víctimas de robos porque sus locales son inseguros. En su mayoría los puestos son de fibra de vidrio, madera o estructura metálica improvisado y armado por los propios vendedores.

"Ya me robaron dos veces mis mercancías", relató una vendedora de flores.

Todavía no se aprecia la forma como quedará el nuevo edificio de La Pepita porque apenas tiene cuatro filas de paredes y dos postes metálicos que sostendrán parte del techo. El mayor avance es en los sanitarios.

Obras Públicas planea acelerar en enero los trabajos para que reubiquen a los vendedores en el nuevo lugar y desmantelen la estructura
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