Noticias de Yucatán
(mercado, compromisos no cumplidos, retroceso, desatención)
Hacinamiento, suciedad, desorden y abandono, así comoinstalaciones viejas, inadecuadas y mal colocadas son la cara que los mercados Lucas de Gálvez y San Benito muestran al visitante y forman el ambiente en que laboran cientos de locatarios.
El problema no es sólo de imagen, esas condiciones generan inseguridad. Los comerciantes temen que se repitan los incendios en esos sitios y que alguno de ellos resulte de dimensiones importantes y grandes daños.
Esa preocupación es generada por la maraña de cables y otras instalaciones eléctricas colgadas, a veces precariamente, de paredes y techos, o bien empotradas en el suelo, al paso de cargadores que las golpean con sus "diablitos" de trabajo.
Hay sectores donde ese caos de líneas eléctricas sobresale por la cantidad de telarañas adosadas a ellas y que atraparon el polvo de años transcurridos sin que locatarios ni empleados municipales pasaran un sacudidor.
El tiempo que ha pasado en esas instalaciones muestra que son muy buenas o bien que su vejez es premonición de futuras desgracias. Locatarios atribuyen a esas malas instalaciones los apagones que sufren con frecuencia, sobre todo en temporada de lluvias.
Al problema de redes eléctricas inadecuadas se suma la falta de extintores. En el Lucas de Gálvez abundan las paredes pintadas con letreros que apuntan a supuestos aparatos, que en realidad no existen.
-Nunca los instalaron, sólo pusieron los anuncios -coincidieron en señalar varios locatarios.
Uno de esos rótulos está a unos pasos de la sección de talabarteros, donde el domingo pasado se incendió un local. Ayer, el propietario del sitio dañado, Sergio Lavadores May, limpiaba la mercancía que se salvó de las llamas.
-Yo soy la cuarta generación de una familia de talabarteros -dijo el artesano, quien calculó en $200,000 las pérdidas y aguardaba la llegada de personal del Ayuntamiento para arreglar la avería causante del fuego.
-En esta zona todas las instalaciones están mal, pero nadie las repara. Los inspectores y los líderes sindicales exigen cuotas, pero nadie invierte en mejorar este lugar.
Otros talabarteros apoyaron al compañero en desgracia y mostraron las redes viejas que suministran fluido eléctrico a los puestos El Campeón, San Pedro, San Juan, Audomaro García y otros más.
Otra deficiencia similar se descubrió en agosto en el mercado San Benito, cuando ocurrió un incendio en el tercer piso. Los hidrantes del lugar no tenían agua, las cajas que contienen las mangueras son sólo adorno .
El 1 de noviembre sucedió otro siniestro en ese sitio, en el que se quemaron dos locales. Otro percance similar ocurrió en el tianguis de comida ubicado en la calle 56 que divide a los mercados Lucas de Gálvez y San Benito.
En ese último sitio hay varias instalaciones eléctricas que, en un enredo de cables y conexiones, nacen del piso, cruzan sobre los improvisados puestos y suben al techo.
Las dudas sobre la seguridad del mercado se extienden a los pasillos de joyería, granos, animales vivos, pescado, frutas, condimentos, calzado y otras secciones más del Lucas de Gálvez.
-Este pasillo lleva años sin recibir mantenimiento en la red eléctrica, por eso hay muchas lámparas apagadas -se quejaron plateros y vendedores de ropa del pasillo bautizado como Radio 3, Sector 4.
A ese problema se suman filtraciones en el drenaje, pisos sucios y rotos y falta de limpieza en paredes y techo de esa porción del Mercado Grande. Ahí están ubicados los puestos Fredy Amaro, Platería Mary, El Delfín y El Sinaí.
La queja proviene incluso de la sección de calzado, donde las instalaciones eléctricas están en mejores condiciones. El propietario de Terramoda se quejó porque la CFE no atiende su demanda de reubicar del frente de su local un tablero de cables que debería estar empotrado a la pared.
La basura, los pisos dañados, las agua negras estancadas, la falta de limpieza y de pintura son otros desperfectos del lugar
.
(mercado, compromisos no cumplidos, retroceso, desatención)
Los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, en el abandono
Publicada: 27 diciembre 2011
Publicada: 27 diciembre 2011
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El incendio por un cortocircuito anteayer en un puesto del mercado Lucas de Gálvez saca de nuevo a la luz pública las precarias condiciones de seguridad en que funcionan los principales centros de abasto en el primer cuadro de la ciudad de Mérida.
En un recorrido por el Lucas de Gálvez y el San Benito se constataron una vez más el hacinamiento, la suciedad, el desorden y el abandono, así como las instalaciones eléctricas viejas, inadecuadas y mal colocadas, lo que en conjunto representa un peligro para la seguridad no sólo de las personas que acuden a esos lugares a hacer sus compras, sino también para los propios locatarios.
Algunos comerciantes dijeron que temen que se repitan los incendios en esos sitios y que alguno sea más grave.
En un recorrido por el Lucas de Gálvez y el San Benito se constataron una vez más el hacinamiento, la suciedad, el desorden y el abandono, así como las instalaciones eléctricas viejas, inadecuadas y mal colocadas, lo que en conjunto representa un peligro para la seguridad no sólo de las personas que acuden a esos lugares a hacer sus compras, sino también para los propios locatarios.
Algunos comerciantes dijeron que temen que se repitan los incendios en esos sitios y que alguno sea más grave.
Bajo peligro constante
El descuido en los mercados, riesgo de todos los días
Publicada: 27 diciembre 2011
El descuido en los mercados, riesgo de todos los días
Publicada: 27 diciembre 2011
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Esa preocupación es generada por la maraña de cables y otras instalaciones eléctricas colgadas, a veces precariamente, de paredes y techos, o bien empotradas en el suelo, al paso de cargadores que las golpean con sus "diablitos" de trabajo.
El tiempo que ha pasado en esas instalaciones muestra que son muy buenas o bien que su vejez es premonición de futuras desgracias. Locatarios atribuyen a esas malas instalaciones los apagones que sufren con frecuencia, sobre todo en temporada de lluvias.
-Nunca los instalaron, sólo pusieron los anuncios -coincidieron en señalar varios locatarios.
Uno de esos rótulos está a unos pasos de la sección de talabarteros, donde el domingo pasado se incendió un local. Ayer, el propietario del sitio dañado, Sergio Lavadores May, limpiaba la mercancía que se salvó de las llamas.
-Yo soy la cuarta generación de una familia de talabarteros -dijo el artesano, quien calculó en $200,000 las pérdidas y aguardaba la llegada de personal del Ayuntamiento para arreglar la avería causante del fuego.
-En esta zona todas las instalaciones están mal, pero nadie las repara. Los inspectores y los líderes sindicales exigen cuotas, pero nadie invierte en mejorar este lugar.
Otros talabarteros apoyaron al compañero en desgracia y mostraron las redes viejas que suministran fluido eléctrico a los puestos El Campeón, San Pedro, San Juan, Audomaro García y otros más.
Otra deficiencia similar se descubrió en agosto en el mercado San Benito, cuando ocurrió un incendio en el tercer piso. Los hidrantes del lugar no tenían agua, las cajas que contienen las mangueras son sólo adorno .
El 1 de noviembre sucedió otro siniestro en ese sitio, en el que se quemaron dos locales. Otro percance similar ocurrió en el tianguis de comida ubicado en la calle 56 que divide a los mercados Lucas de Gálvez y San Benito.
En ese último sitio hay varias instalaciones eléctricas que, en un enredo de cables y conexiones, nacen del piso, cruzan sobre los improvisados puestos y suben al techo.
Las dudas sobre la seguridad del mercado se extienden a los pasillos de joyería, granos, animales vivos, pescado, frutas, condimentos, calzado y otras secciones más del Lucas de Gálvez.
-Este pasillo lleva años sin recibir mantenimiento en la red eléctrica, por eso hay muchas lámparas apagadas -se quejaron plateros y vendedores de ropa del pasillo bautizado como Radio 3, Sector 4.
A ese problema se suman filtraciones en el drenaje, pisos sucios y rotos y falta de limpieza en paredes y techo de esa porción del Mercado Grande. Ahí están ubicados los puestos Fredy Amaro, Platería Mary, El Delfín y El Sinaí.
La queja proviene incluso de la sección de calzado, donde las instalaciones eléctricas están en mejores condiciones. El propietario de Terramoda se quejó porque la CFE no atiende su demanda de reubicar del frente de su local un tablero de cables que debería estar empotrado a la pared.
La basura, los pisos dañados, las agua negras estancadas, la falta de limpieza y de pintura son otros desperfectos del lugar
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