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Hubo escándalo previo, pero se ignoró la queja
Hubo escándalo previo, pero se ignoró la queja
Jueves, 4 de octubre de 2012 - Edición impresa
La casa de paja donde ocurrieron los cuatro asesinatos permaneció custodiada por los vecinos en espera de los cuerpos
La Fiscalía General del Estado reveló nuevos datos del homicidio de cuatro integrantes de una familia de Maxcanú: al parecer el problema comenzó una noche antes, cuando Luis Antonio Sansores Durán, agente de élite de la SSP, descubrió unos mensajes en el teléfono celular de su esposa Laura González.
En los mensajes se le citaba para mantener un encuentro en la panadería, propiedad del ahora occiso. Dos días antes, en el mismo lugar habría sucedido un encuentro amoroso.
La pareja tuvo una pelea. El escándalo fue tal que intervino la Policía Municipal y se dio parte a la SSP.
En su denuncia ante la comandancia de la Policía Municipal, la mujer asentó que su esposo iba armado y había amenazado con matarla a ella y a Luis Canul Chan.
“Los voy a matar como perros”, dijo la mujer en su denuncia que habría amenazado su esposo.
Sin embargo, se hizo caso omiso a este hecho debido a que, según los pobladores, el mismo miércoles, horas más tarde de que ocurrió el altercado con la esposa, a Sansores Durán se le vio ingiriendo bebidas alcohólicas en la fiesta del pueblo.
La última vez que se le vio en la población fue alrededor de la medianoche.
Incluso saludó a varios de sus ex compañeros que laboraron como vigilantes en Monty y que ahora trabajan como policías municipales.
Horas más tarde, alrededor de las 4 de la madrugada del jueves, es decir, cuatro horas después de que se le vio por última vez, fue que ocurrió la matanza en la vivienda ubicada en la calle 25 entre 10 y 12 de Maxcanú.
En el domicilio mató de varios balazos a Luis Canul Chan, quien presuntamente era el que mantenía una relación amorosa con la esposa del policía estatal. En el predio también asesinó a Felipe Canul Chan, a María Elena Pech Rodríguez y a Juan Antonio Canul Pool.
En el predio se hallaron por lo menos 10 impactos de bala, por lo que al parecer el “goera” habría usado dos armas para concretar la masacre.
Luego, Sansores Durán recogió cosas de valor en su casa y luego huyó rumbo a Mérida, según las investigaciones.
La Fiscalía pidió la colaboración de las procuradurías del país y apoyo a la Procuraduría General de la República (PGR).
Además, a través de su cuenta de Twitter, la Fiscalía pide la colaboración de la población para que aporte datos que pudieran llevar a su localización.
Ayer se cumplieron ocho días de la matanza y los familiares exigen que se haga justicia, que se dé con el responsable y se le castigue.
