Noticias de Yucatán
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Daniel J. Carrillo Polanco (*)
Bien reza el dicho de que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. La postura del presidente del PRI estatal y también coordinador de la bancada priista, respecto a la denuncia presentada por la Comuna contra ex funcionarios de la pasada gestión municipal, es un claro ejemplo de ese adagio.
El directivo, quien ostenta el carácter de “representante del pueblo”, defiende a capa y espada a sus correligionarios Angélica Araujo Lara y Omar Lara Pacheco, pese a la notoria pésima actuación que tuvieron.
El dirigente aseguró que las autoridades municipales de manera “irresponsable” hacen declaraciones nombrando a funcionarios de la administración anterior como culpables de hechos que “ni siquiera han sido investigados” por la autoridad indicada.
Cuando pide que no se señalen culpables podemos inferir que hasta el día de hoy el líder de los rojos no se ha dado cuenta de la situación terrible en que sus compañeros de partido dejaron a la ciudad. ¿Pues en qué ciudad vive? ¿No lo ve o no lo quiere ver?
¿Irresponsables declaraciones? Habría que sopesar que es más irresponsable: si presentar una denuncia para que se proceda en consecuencia ante hechos de notoria afectación a toda una comunicad o defender a mansalva a los denunciados. ¿Pues a quién representa?
Es el inconveniente de tener dos cargos a la vez: ser dirigente de partido y supuesto representante del pueblo. Como lo primero se entendería su postura de defender a su partido y a quienes forman parte de él. Pero como “representante popular” -porque así se le considera legalmente- tendría que defender los intereses del pueblo. Con su actitud y postura está cumpliendo como priista, pero de ninguna manera como representante de la sociedad.
La mayoría de los meridanos espera que se le haga justicia y la postura roja dista mucho de entenderlo.
No sé si como presidente del PRI tenga un sueldo, lo que sí es seguro es que es el pueblo, es decir, quienes vía impuestos le pagamos sus percepciones; por lo tanto, tiene la obligación de representarnos, pero no lo está haciendo. No se trata tampoco de hacer juicios sumarios y extralegales. Es obvio que para eso hay instancias jurídicas que lamentablemente hoy están copadas por la ola roja. Claro que se tiene que pasar por todo un proceso que derive en la sanción o no de los denunciados.
La postura de un verdadero “representante del pueblo” tendría que ser muy diferente. Un representante popular debería no sólo celebrar el hecho de que se presente una denuncia por el desvío de $216.381,215, sino incluso debería apoyarla, pues la intención es resarcir a miles de ciudadanos que fueron dañados en su patrimonio colectivo.
La denuncia representa una nueva, magnífica oportunidad para que a Rolando por fin le salga lo “feroz” en su combate contra la corrupción. Ya veremos qué hará el titular del Ejecutivo quien, aunque llegó por el voto priista, tiene la obligación de velar por todos los yucatecos, incluyendo a los meridanos.
Habrá “feroz combate” a la corrupción o seguirá la feroz impunidad, que como ya hemos dicho antes, se convierte en feroz corrupción. Sería infantil pensar que hará algo contra sus compañeros priistas… Si no, que le pregunten a Ivonne Ortega cómo le ha hecho para salir bien librada pese a todo. Y si el líder del Congreso y el titular del Ejecutivo sólo defienden a sus correligionarios priistas, ¿dónde queda la representación popular?- Mérida, Yucatán.
dajecapo@hotmail.com
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*) Maestro en comunicación política y marketing electoral y consejero estatal del PAN
»La denuncia representa una nueva, magnífica oportunidad para que a Rolando por fin le salga lo “feroz” en su combate contra la corrupción
