Noticias de Yucatán
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En los próximos cinco años se podría generar una crisis de liquidez en el Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey) y no se podrían pagar las pensiones, se afirmó en el foro que organizó Grupo Megamedia para analizar la situación de esa institución.
“Ahora el Isstey tiene que cambiar de estructura y si el gobernador no se mueve rápido para liquidar la deuda, tendrá que pedir prestado para pagar las pensiones”, afirmó el empresario Nicolás Madáhuar Boehm, presidente local de Coparmex, uno de los participantes en el foro.
Los ingresos del Isstey serán insuficientes en los próximos cinco años para pagar las pensiones de los trabajadores del gobierno, y eso ocasionará una grave crisis de liquidez en esa institución y la volverá inviable, advirtió el presidente de Coparmex Mérida, Nicolás Madáhuar Boehm.
Durante su participación en el foro sobre las reformas a la Ley del Isstey, organizado por Grupo Megamedia, y del que ayer publicamos la primera parte, el empresario yucateco dijo que diversos estudios actuariales demuestran que los jubilados y pensionados del Isstey serán 2,000, aproximadamente, en 2014 y los ingresos del instituto ascenderán a $650 millones este año, lo mismo que los egresos, sin tomar en cuenta los gastos de operación y los de los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) y las tiendas.
En 2019, afirmó Madáhuar, los pensionados serán 6,000 y los ingresos del Isstey subirán a $750 millones y los egresos a $1,130 millones, sin contabilizar los gastos de operación.
Pero si a estas cifras le sumamos esos gastos y mantenemos el patrimonio del Instituto en $4,600, como está hoy -asumiendo que el gobierno pagará su deuda de $2,262 millones- el Isstey en 2020, explica del dirigente, tendrá sólo $290 millones para pagar sus jubilaciones y pensiones, lo que hará inviable su operación.
En los próximos cinco años no tendría liquidez
El diputado Dafne López Martínez consideró que deben venir más reformas a la Ley del Isstey.
Prevén crisis de liquidez
Nueva advertencia sobre la delicada situación del Isstey
Si truena el Isstey…
En 1976, cuando se fundó el Instituto, no habían jubilados, pero hoy ya son 2,000. “Nos llegó la factura”, afirmó Madáhuar. “Ahora el Isstey tiene que cambiar de estructura y si el gobernador no se mueve rápido para liquidar la deuda, tendrá que pedir prestado para pagar las pensiones”.
El problema es tan grave, enfatiza, que “si truena el Isstey, truena el Estado de Yucatán”.
Además de Madáhuar Boehm participaron en el foro la licenciada Dulce María Sauri Riancho, que ha sido gobernadora del Estado, senadora y presidenta nacional del PRI, entre otros cargos; el diputado del PRI Dafne López Martínez, director del Registro Civil y del DIF en el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco y actual presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación en el Congreso, y el diputado del PAN Mauricio Vila Dosal, secretario de esa misma Comisión.
Periodistas de Megamedia plantearon cuatro preguntas a los panelistas. Ayer dimos las respuestas a las dos primeras y hoy a las otras dos, que son: ¿Cuáles serán los beneficios palpables para los derechohabientes con las reformas a la Ley del Isstey? Y ¿quiénes ganan y quiénes pierden con esta reforma?
Los participantes en el foro respondieron esas preguntas pero también abordaron otras vertientes del tema.
Madáhuar Boehm, por ejemplo, dijo que las reformas a la ley del Isstey, aprobadas en el Congreso con el voto del PRI, PRD y PVEM, “no son una reforma como tal”, sino un ordenamiento de los ingresos y una propuesta para solucionar la deuda, “que aún en caso de pagarla, no van al fondo del problema”.
Los cambios no pueden parar allí, añade. Es necesario modificar la estructura del Isstey en cuanto a los requisitos de los trabajadores para obtener sus pensiones.
López Martínez coincidió con esta postura. “Esta reforma puso orden en los ingresos del Instituto, pero deberán venir otras reformas. Primero hay que ordenar las finanzas y luego pensar con calma en reforma estructural”.
El problema del instituto, indicó, es que al crearse en 1976, el número de empleados era otro, así como el tipo de enfermedades y prestaciones. “En esa época casi nadie se jubilaba, pero todo cambió en 2006, con el crecimiento exponencial de los derechohabientes”.
En efecto, intervino Madáhuar, en 1976 la situación económica era distinta, había pleno empleo y menos trabajadores. Ahora esos cambios y no es culpa de alguien en particular, son un problema estructural del Instituto, pero que se recrudeció con el endeudamiento del gobierno por más de $2,200 millones.
Asegunes
Para la Licda. Sauri Riancho, la reforma aprobada es “una ventana de oportunidades, con sus asegunes, como la recuperación de la deuda”. No es aceptable, dijo, que el gobierno deje de pagar sus aportaciones al Isstey y las de sus trabajadores, y él mismo se quite los frenos para aumentar sus gastos.
Sin embargo, tanto la Licda. Sauri como Madáhuar y López Martínez coincidieron en que pese a sus limitaciones la reforma tiene beneficios.-HERNAN CASARES CAMARA
Isstey | Alerta
Si el gobernador no se mueve rápido, habrá que pedir prestado para pagar las pensiones.
Sin fondos
Según el presidente de Coparmex Mérida, Nicolás Madáhuar Boehm, en el año 2020 el Isstey y el gobierno del Estado no tendrán dinero suficiente para afrontar los compromisos con sus empleados en retiro.
Factura
“Ya nos llegó la factura”, dice Madáhuar, y ahora hay que hacer frente al problema del Isstey cambiando su estructura.