Noticias de Yucatán
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El brote de hepatitis A que mantiene a Yucatán en el primer lugar nacional de esta enfermedad no es casual, pues más de 10,000 unidades de negocios que venden alimentos no tienen la regulación sanitaria y pueden ser un gran foco de contagio de varias enfermedades, señaló el presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Álvaro Mimenza Aguiar.
Entrevistado sobre los casos de hepatitis A, dijo que ya son 1,015 confirmados en 27 municipios. Recordó que la hepatitis surge por falta de higiene y uso de agua contaminada y esos elementos están presentes en los puestos callejeros y semifijos que operan en Yucatán sin supervisión alguna, regulación e inspección sanitaria.
“En Yucatán tenemos 12,000 unidades de expendios de alimentos y bebidas y el 90% no está dado de alta ante la Secretaría de Salud”, reveló. “Al no tener ninguna vigilancia funcionan como quieren y puede ser que no cumplan ni con la más mínima medida de higiene”.
Mimenza Aguiar consideró que unos 10,800 negocios que no tienen ninguna vigilancia sanitaria forman un megafoco de infección y son un riesgo para el contagio no sólo de hepatitis, sino de otras enfermedades que dañan la salud.
Canirac: más de 10 mil puestos de comida irregulares
“Nueve de cada diez expendios de alimentos trabajan como quieren y si vemos cómo están los puestos ambulantes y puestos semifijos concluimos que son focos de infección”, indicó. “No tienen ni dónde lavarse las manos los clientes y los cocineros manejan dinero”.
El empresario recordó que la contaminación de alimentos ya cobró dos vidas, según reconocimiento oficial de la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Salud.
De acuerdo con las investigaciones sobre este suceso, en el que fallecieron dos ciudadanas campechanas que vinieron de visita en 2013, los afectados ingerieron alimentos contaminados en un puesto de Maxcanú.
Para la Canirac, todo puesto que no esté bajo supervisión sanitaria es potencialmente infectocontagioso y es casi imposible que la Secretaría de Salud inspeccione a todos por la gran cantidad de negocios irregulares, pese a que significa un alto riesgo para la salud. “Cuando menos deberían hacer revisiones aleatorias y flexibilizar las normas fiscales para que todos se incorporen a la formalidad”, expresó.
“Es una labor titánica para la autoridad sanitaria, pero hay una enorme cantidad de puestos callejeros y ambulantes que venden alimentos y bebidas sin control”, subrayó. “A los que estamos inscritos y tenemos permisos nos exigen como mínimo tener una zona exclusiva para el lavado de manos, otra para desinfectar alimentos y otra para lavar los trastes. ¿Quién de los que venden en la calle tiene esos implementos?”.
Mimenza Aguiar dijo que esa fuente de contagio, expuesta en los puestos callejeros y semifijos, quizá es la que ha contribuido a la explosión de enfermedades como la hepatitis o males gastrointestinales, entre otras, y por ello piensa que “la política fiscal para controlar la informalidad no ha dado resultado ni lo dará porque las reglas del juego son equivocadas”.
Está por iniciarse el Festival Internacional de la Cultura Maya, manifestó, un importante evento que se realiza en octubre y que genera un gran movimiento en la ciudad, pero los organizadores ni siquiera han pedido la participación de la Canirac.