Noticias de Yucatán
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Un estudio especializado y conocimientos acumulados durante cinco años de trabajo con niñas y jovencitas víctimas de formas extremas de violencia crearon el sustento para modificar la legislación mexicana y establecer políticas públicas para atender a esa parte de la población, informó María Jesús Ocaña Dorantes, directora de Casa Crisal.
Todo ese material, agregó, será entregado próximamente a Rosario Robles Berlanga, de la Secretaría de Desarrollo Social, para comenzar el proceso que derivará en la creación de instancias para cubrir las necesidades de esas víctimas.
La abogada Ocaña Dorantes fue entrevistada después de presentar en la Universidad Marista un informe de los cinco años de trabajo de Casa Crisal, un refugio temporal donde las autoridades envían a niñas y jovencitas rescatadas de situaciones de violencia extrema.
A su vez, aseguró que en el mundo sólo hay un albergue similar: en Zúrich, Suiza, creado en 1994 y con capacidad para sólo siete menores, a las cuales se da atención únicamente por tres meses.
La razón de ello explicó son leyes internacionales y nacionales que no han contemplado esa realidad que sufre una parte de la población que es víctima de la trata de personas, explotación y violencia sexual y que necesitan refugios especiales para ser atendidas y rehabilitadas.
-Hay albergues para menores abandonados o golpeados, pero no para este tipo de casos -abundó-. Esto debe cambiar, hay que hacer visibles a estas víctimas, decirle a la sociedad y las autoridades que este problema existe y debe ser atendido.
La entrevistada recordó que en marzo pasado expusieron el problema al presidente Enrique Peña Nieto, durante una visita que este realizó por el estado. En respuesta, el mandatario pidió un documento con información y análisis que sustente lo planteado.-Ya tenemos el material, ahora lo presentaremos a la Sedesol-, afirmó.
En su informe la licenciada Ocaña Dorantes expuso, entre otras cosas, que en cinco años han atendido a 75 víctimas, todas menores de edad. En ese lapso se gastaron $1.4 millones en alimentos, salarios de empleados, combustible, insumos y otros rubros más de gasto corriente.
Hubo una cantidad similar en donativos aportados por distintas instancias para tratamientos y gastos médicos mayores, atenciones especializadas, ropa, calzado, estudios y otros rubros más.
Además se continúa con el proyecto de construir un edificio propio para Casa Crisal. Ya se construyó la barda del terreno y se gestiona la obtención de la red eléctrica.
Dio a conocer que los gobiernos estatal y federal garantizarán durante los próximos tres meses la alimentación de las personas que sean atendidas en el refugio. Se gestiona ante la instancia federal la construcción de un aula para danza y artes visuales y escénicas porque son rubros que ayuda a la rehabilitación de esas menores.
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