Noticias de Yucatán
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La pobreza, base de las estrategias de algunos partidos
Aunque en Mérida se comienzan a marcar los límites a viejas prácticas de clientelismo electoral, el interior del Estado sigue siendo vulnerable a esa situación por la pobreza en que vive la mitad de sus habitantes, según opinan analistas políticos en un foro auspiciado por Grupo Megamedia.
Uno de los participantes no avizora cambios en ese sistema de hacer política, al menos en el proceso electoral de 2018; otros consideran que sí hay tendencia al cambio, porque hay más conciencia del voto secreto, sobre todo en Mérida, y uno más apunta que los pobres son un botín, la base sobre la cual se monta la estructura electoral de quien tiene dinero para pagar más.
El tema del foro son las recientes elecciones intermedias en Yucatán y sus consecuencias en la vida de los yucatecos. Nuestros invitados son la ex gobernadora Dulce María Sauri Riancho, los investigadores Luis Ramírez Carrillo y Othón Baños Ramírez, ambos del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady, y Antonio Salgado Borge, director de la Escuela de Administración, Mercadotecnia y Turismo de la Universidad Marista.
Nuestros invitados responden a cinco preguntas:
1) ¿Ganó Mauricio Vila o perdió Nerio Torres? ¿Qué factores intervinieron en el resultado por la alcaldía de Mérida?
2) El resultado electoral fue muy diferente del que señalaban algunas encuestas. ¿Cómo explicar esas discrepancias?
3) ¿A quién benefició y a quién perjudicó el factor Ana Rosa Payán Cervera?
4) Las viejas prácticas, como acarreo, reparto de despensas, compra de credenciales, etcétera, ¿siguen pesando en los desenlaces de la votación?
5) ¿Cuál es el mensaje de la derrota priista en bastiones como Progreso y Valladolid?
Por la extensión de los conceptos que formularon los cuatro expertos y el interés y la actualidad que revisten, hemos dividido la información en varias entregas. En la de hoy ofrecemos una síntesis de las declaraciones sobre las viejas prácticas que afloraron de nuevo en la elección del domingo pasado.
Dulce María Sauri habla de la microplaneación electoral, que en Yucatán, particularmente en Mérida, desarrollan al menos el PRI y el PAN.
Esta microplaneación, explica, tiene dos fases. La primera, de exploración, permite entrar a territorio para tratar de ubicar a los simpatizantes y a los contrincantes políticos. La segunda es la construcción de una estructura de movilización del partido en la zona, que incluye, ya identificados los adversarios, su inmovilización para evitar que favorezcan a otros partidos.
En ese aspecto de la inmovilización se refiere a la compra de credenciales de elector, ya no para usarlas sino para no usarlas, lo cual en algunas secciones puede significar la diferencia entre ganar y perder.
También dice que hay sectores de la población, sobre todo los marginados, en los que pesa un sentimiento de lealtad mal encauzado: “Acepto que me traigas una despensa, me siento con la obligación moral de ser recíproca contigo y voy a votar por tu candidato”, cita como ejemplo.
No obstante, añade, hay otros grupos, sobre todo en las generaciones de jóvenes, que sabe que el voto es secreto y finalmente vota por quien le da la gana.
Luis Ramírez habla del lado opuesto, el nivel macroelectoral. Aborda primero aspectos de la cultura política, de la política clientelar y corporativa que prevalece en México y su relación directa con prácticas como la compra y coacción del voto.
Otro elemento que incluye en el “nivel macro” es la pobreza.
“La cultura clientelar y corporativa se vuelve menos importante conforme la gente se vuelve más independiente económicamente”, explica. “Por eso en lugares como Mérida, donde la pobreza es menor, se encuentra el límite a estos mecanismos de compra y coacción del voto”.
A continuación, el doctor Ramírez presenta estadísticas:
“En Mérida tenemos un 30% de población pobre, un 40% de población vulnerable y un 30% de gente que no es ni pobre ni vulnerable. El mecanismo fuerte de compra y coacción del voto, la gente que se mueve por un tinaco, por un kilo de carne o por 500 pesos de pago por la credencial está en ese 30 por ciento…
“En el interior del Estado es diferente la situación. Un 50% de la población es pobre. Es decir, la mitad del estado de Yucatán es técnica y formalmente pobre. No tiene hambre, pero es pobre. Por supuesto, la gente está esperando las elecciones para tener un tinaco que no podría comprar, un piso de cemento que nunca podría pagar o una bicicleta que nunca podría comprar. Quien más da tiene de botín a la mitad de los ciudadanos”.
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2018, espejo de prácticas de hoy
Temen que se repitan viejos mecanismos en la elección de ese año
Antonio Salgado Borge, directivo de la Universidad Marista y colaborador editorial de este periódico, dice que hay evidencias suficientes sobre compra y coacción del voto, entrega de despensas y otras tácticas en la elección reciente, y considera que en 2018 “vamos a ver exactamente lo mismo”.
“Vamos a ver al gobierno del Estado volcado a través de programas sociales, regalo de mochilas, de iPads y tinacos, con el fin de garantizar el triunfo electoral de su partido”, añade. “Me parece que el PAN no va a estar exento de la misma dinámica y va a querer competir con Sansón a las patadas. Y si no hay consecuencias, por lo que estamos viendo, es muy difícil pensar que esto dejará de ocurrir en el futuro inmediato”.
El académico subraya que la política de la dádiva se observó antes de la elección, con programas sociales operados por el gobierno del Estado particularmente desde la Sedesol, que tenía como titular a Nerio Torres Arcila, ex candidato a la alcaldía de Mérida.
También recalca que el PRI no es el único partido que compra votos y se mueve en bloque. “Lo que pasa es que el PAN últimamente toma banderas como si no existiera su propia realidad. En los estados donde gobierna también se hace. Lo que pasa es que no es en la magnitud en que lo hace el PRI”.— ÁNGEL NOH ESTRADA
Coacción Indicadores
Evidencias.
Antonio Salgado dice que hay indicadores sobre el acarreo y la compra de votos durante el proceso electoral reciente. Uno de ellos, dice, fueron las bodegas mencionadas en publicaciones del Diario.
“Apoyos” en casillas
También cita la presencia de priistas uniformados a las puertas de las casillas, “para dar algún tipo de ayuda para votar, por decirlo suavecito”.
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