Noticias de Yucatán
“La política se hace con decisión, con ganas, sin titubeos…, el que tenga miedo que se quede en su casa”, expresó el jueves pasado Rolando Zapata al pedir a los priistas que en los últimos tres años que faltan de su gobierno salgan a hacer política.
Declaración lamentable, pues se supone que desde que ganó la elección se convirtió en autoridad de todos los yucatecos, no sólo de los priistas, pero con esa postura demostró, una vez más, a que su cargo es “gobernador del PRI”.
Su discurso demuestra que el concepto de política está bastante equivocado, como que lo tomó del mismo diccionario de Ivonne Ortega, donde para ella la corrupción significa “honestidad”.
Yo no clasifico entre malos y buenos políticos, creo que es mejor hablar de políticos y antipolíticos, mejor conocidos como “grillos”. El político, lo dice cualquier tratado sobre la materia, es quien busca sumar voluntades que adversan contra sus propias acciones o proyectos.
La declaración que estamos comentando es antipolítica por la simple y sencilla razón de que es sectaria (dirigida a su grupo) y marca una distancia con el resto de la mayoría de los ciudadanos, que no son priistas.
En otra parte de su discurso Rolando dijo: “Hay que hacer más y mejor política, la que da resultados, que hace que la inversión llegue y genere empleo, ingresos dignos en el campo, que nos hace seguir siendo seguros y competitivos”.
Con lo que reafirma que hay una grave equivocación en el concepto. ¿Mejor política que da resultados? ¿Cuál? ¿La que consiste en repartir tinacos y pinturas a cargo de cientos de millones de pesos de los ciudadanos y que sólo beneficia a las estructuras de su partido? ¿Es esa la “buena política”? ¿Es la que genera empleos? ¿Y cuál ingreso digno del campo? Si los campesinos tuvieran buenos ingresos no tendrían que vender sus credenciales del IFE a su partido, el PRI, cada vez que hay alguna elección.
La “buena política” ¿es aquella que consiste en almacenar miles de despensas compradas con mi dinero y con el de todos los yucatecos para coaccionar el voto? Sigo sin entender el concepto del diccionario priista.
Y remató Rolando con la expresión: “La buena política, ésa que es la base para ganar las elecciones”, aaaah, entonces para él la “buena política” son todas las mañas vejestorias que ha usado y sigue usando su partido para ganar elecciones.
En mi paso por la universidad entendí que la política tiene como fin último alcanzar el desarrollo armónico y sustentable de la sociedad. Entonces, con un discurso sectario es casi imposible hablar de política, porque lejos de promover la armonía social, genera franco disgusto de quien debería estar al servicio de todos.
Y de sustentabilidad ¿Qué podemos decir cuando el dinero de todos los yucatecos se gasta en programas asistencialistas, como medida electorera, en vez de favorecer el bien común? ¿Cómo puede haber sustentabilidad si la mayor cantidad del dinero se gasta a fondo perdido?
En suma, la declaración de quien debería ser gobernador de todos los yucatecos saca a relucir el verdadero ADN del PRI, el mismo de siempre: sectario y electorero, y que su concepto de política es totalmente ajeno a lo que debería ser.
4 de julio de 2011
El sábado pasado se cumplieron cuatro años desde que la dzemuleña Ivonne Ortega Pacheco y la tixkokobense Angélica Araujo se vieron involucradas en la golpiza de ciudadanos en la mal llamada Glorieta de la Paz, hechos que hasta hoy siguen en la “feroz” impunidad. ¿Dónde escuché esa palabra que seguro es parte de la buena política?— Mérida, Yucatán.
dajecapo@hotmail.com
Maestro en comunicación política y marketing electoral, y consejero estatal del PAN
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