Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco respondió hoy las ocurrentes preguntas de algunos niños, reconoció que se enoja pero aclaró que “no muerde” y aseguró que de pequeño quería ser carnicero porque le gustaban los cuchillos grandes, según informó Notimex.
Francisco recibió en audiencia, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a más de seis mil niños cantores de coros religiosos de diversos países y bromeó con ellos.
A la interrogante “¿alguna vez se enoja?” contestó: “Sí, me enojo pero no muerdo. Y recuerdo cuando yo hago enojar. Enojarse hace mal a uno mismo, envenena. Hay gente que tiene el alma amarga, que todas las mañanas se lava los dientes con vinagre”.
Y abundó: “Vivir enojado es una enfermedad. Y el remedio es rezar más. Un propósito para el nuevo año es rezar más.
Una pequeña le cuestionó qué quería ser de pequeño y él exclamó: “¡Carnicero! Porque le veía con el cuchillo cortar la carne y me gustaba”.
“Hay niños que no tienen qué comer en el mundo, hay niños que no pueden ir a la escuela porque está la guerra, o no hay escuelas, hay niños que cuando se enferman no pueden ir a un hospital. Recen por estos niños, recen”, agregó.
El Papa Francisco señaló que el mundo no siempre será malo, puede mejorar, y consideró necesario hablar de una “cosa que no gusta”. Entonces constató que en el mundo hay una lucha entre el bien y el mal, entre diablo y Dios.
Sostuvo que cuando se hacen maldades, aunque sean pequeñas, son inspiración del demonio. El mal, precisó, se puede hacer en grande y en cosas simples, tanto en la guerra como en un muchacho o una muchacha mentirosos.
Más adelante lamentó que no se publiquen en los medios las cosas buenas porque, explicó, a la gente le gusta más ver las cosas feas y las malas noticias.
“¿Por qué no se ve en la televisión a la familia que educa bien? Porque existe esta atracción hacia el mal. Existe tanta gente santa pero no se ve en la televisión porque eso no tiene rating, no tiene publicidad”, indicó Francisco.
“Si quieres tener rating sea periodístico, en televisión, muestra sólo las cosas feas. De las cosas buenas la gente se aburre o no se saben presentar, hacerlas ver bien”, añadió.
La tarde de este jueves 31 de diciembre el Papa Francisco despedirá el año con el rezo de las vísperas y el canto del himno de gozo “Te deum”, en la Basílica de San Pedro. La mañana del 1 de enero celebrará una misa dedicada a la Virgen María.
Francisco recibió en audiencia, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a más de seis mil niños cantores de coros religiosos de diversos países y bromeó con ellos.
A la interrogante “¿alguna vez se enoja?” contestó: “Sí, me enojo pero no muerdo. Y recuerdo cuando yo hago enojar. Enojarse hace mal a uno mismo, envenena. Hay gente que tiene el alma amarga, que todas las mañanas se lava los dientes con vinagre”.
Y abundó: “Vivir enojado es una enfermedad. Y el remedio es rezar más. Un propósito para el nuevo año es rezar más.
Una pequeña le cuestionó qué quería ser de pequeño y él exclamó: “¡Carnicero! Porque le veía con el cuchillo cortar la carne y me gustaba”.
“Hay niños que no tienen qué comer en el mundo, hay niños que no pueden ir a la escuela porque está la guerra, o no hay escuelas, hay niños que cuando se enferman no pueden ir a un hospital. Recen por estos niños, recen”, agregó.
El Papa Francisco señaló que el mundo no siempre será malo, puede mejorar, y consideró necesario hablar de una “cosa que no gusta”. Entonces constató que en el mundo hay una lucha entre el bien y el mal, entre diablo y Dios.
Sostuvo que cuando se hacen maldades, aunque sean pequeñas, son inspiración del demonio. El mal, precisó, se puede hacer en grande y en cosas simples, tanto en la guerra como en un muchacho o una muchacha mentirosos.
Más adelante lamentó que no se publiquen en los medios las cosas buenas porque, explicó, a la gente le gusta más ver las cosas feas y las malas noticias.
“¿Por qué no se ve en la televisión a la familia que educa bien? Porque existe esta atracción hacia el mal. Existe tanta gente santa pero no se ve en la televisión porque eso no tiene rating, no tiene publicidad”, indicó Francisco.
“Si quieres tener rating sea periodístico, en televisión, muestra sólo las cosas feas. De las cosas buenas la gente se aburre o no se saben presentar, hacerlas ver bien”, añadió.
La tarde de este jueves 31 de diciembre el Papa Francisco despedirá el año con el rezo de las vísperas y el canto del himno de gozo “Te deum”, en la Basílica de San Pedro. La mañana del 1 de enero celebrará una misa dedicada a la Virgen María.