Quién iba a pensar que después de tantas muestras de amor, mensajes, flores y salidas románticas, su historia terminaría en tragedia, y es que hasta le había jurado amor eterno frente a la Virgen de Guadalupe, pero una tarde en la que bebieron alcohol, todo se salió de control.
Se trata del terrible caso que está estremeciendo Puebla, donde Óscar Flores, de 20 años, y su novia Adriana, de 17, tenían una relación envidiable que hasta en redes sociales presumían.
Sin embargo, el jueves 14 de enero sería el último día para ella, cuando Óscar pasó a su casa y pidió permiso a los papás de Adriana para salir. Aquella tarde ambos habían bebido cervezas en un paraje de Huejotzingo.
Después de unas horas, ella se sintió mareada, por lo que le pidió a su enamorado que la llevara a la casa de una amiga, que estaba muy cerca de ahí. Esta petición no tardó en hacer que él enloqueciera de la nada, y le reprochó que quería irse con su amiga porque por ese rumbo vivía su ex.
Adriana se espantó por el arranque de celos que su novio presentó, tanto así que comenzó a gritar, porque Óscar la comenzó a golpear; forcejearon, ella le dio un rodillazo, pero ni así logró correr y salvarse, lo único que provocó fue que él se enojara más.
La tiró al piso, la cacheteó, siguió dándole una golpiza, hasta que con sus manos la asfixió. Al ver que no reaccionaba, llevó el cuerpo ya sin vida a la orilla del río. Hasta que se le ocurrió un plan para que no lo culparan, entonces, la desnudó, ya que culparía al ex de su novia de haberla violado y asesinado.
Todos en la familia de Adriana estaban muy preocupados, pero a quien le habían confiado a su hija, actuó normal, como si nada hubiera pasado. Después de unos días, el 18 de enero, finalmente apareció el cuerpo y los padres estaban completamente seguros que Óscar tenía algo qué ver.
Fue así como avisaron a las autoridades, porque él había sido la última persona con la que estuvo. Los agentes ministeriales lo investigaron, al principio respondía muy seguro, pero no tardó en caer en contradicciones y confesó paso a paso lo que le había hecho a la que era el amor de su vida. Ahora será juzgado por feminicidio, violación y cohecho, ya que trató de sobornar a los agentes ofreciéndoles dinero.
Se trata del terrible caso que está estremeciendo Puebla, donde Óscar Flores, de 20 años, y su novia Adriana, de 17, tenían una relación envidiable que hasta en redes sociales presumían.
Sin embargo, el jueves 14 de enero sería el último día para ella, cuando Óscar pasó a su casa y pidió permiso a los papás de Adriana para salir. Aquella tarde ambos habían bebido cervezas en un paraje de Huejotzingo.
Después de unas horas, ella se sintió mareada, por lo que le pidió a su enamorado que la llevara a la casa de una amiga, que estaba muy cerca de ahí. Esta petición no tardó en hacer que él enloqueciera de la nada, y le reprochó que quería irse con su amiga porque por ese rumbo vivía su ex.
Adriana se espantó por el arranque de celos que su novio presentó, tanto así que comenzó a gritar, porque Óscar la comenzó a golpear; forcejearon, ella le dio un rodillazo, pero ni así logró correr y salvarse, lo único que provocó fue que él se enojara más.
La tiró al piso, la cacheteó, siguió dándole una golpiza, hasta que con sus manos la asfixió. Al ver que no reaccionaba, llevó el cuerpo ya sin vida a la orilla del río. Hasta que se le ocurrió un plan para que no lo culparan, entonces, la desnudó, ya que culparía al ex de su novia de haberla violado y asesinado.
Todos en la familia de Adriana estaban muy preocupados, pero a quien le habían confiado a su hija, actuó normal, como si nada hubiera pasado. Después de unos días, el 18 de enero, finalmente apareció el cuerpo y los padres estaban completamente seguros que Óscar tenía algo qué ver.
Fue así como avisaron a las autoridades, porque él había sido la última persona con la que estuvo. Los agentes ministeriales lo investigaron, al principio respondía muy seguro, pero no tardó en caer en contradicciones y confesó paso a paso lo que le había hecho a la que era el amor de su vida. Ahora será juzgado por feminicidio, violación y cohecho, ya que trató de sobornar a los agentes ofreciéndoles dinero.