Con un llamado a actualizar el poder del sacramento de bautismo a través de la confesión, el arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, ofició la misa penitencial en Catedral, en el marco de los inicios de los servicios religiosos por la Semana Santa.
En el marco de la celebración eucarística, sacerdotes confesaron a decenas de fieles que formaron largas filas, tanto en los confesionarios del interior del templo como en los ubicados en la capilla del Divino Maestro. Entre los católicos destacaban desde adolescentes hasta personas de la tercera edad, que esperaron pacientes su turno.
“…No nos confiemos al hecho de ser bautizados, esforcémomos por ser fieles a la alianza que supone el bautismo, porque bautizarnos es hacer alianza con Dios. Él se compromete a recibirnos como hijos, y nosotros nos comprometemos a ser el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y Él se compromete a la salvación a través de los sacramentos y su Palabra. No estamos salvados simplemente por haber pasado por el sacramento del bautismo, tenemos que peregrinar en este mundo y tenemos que irnos purificando constantemente del pecado, tener la humildad de reconocernos pecadores”, reflexionó el Arzobispo.
Explicó pero el evangelio de ayer invita a confiar porque Dios es el Buen Pastor; en dicha lectura se recuerda la parábola del pastor bueno, quien teniendo 100 ovejas, al percatarse que le faltaba una, dejó las 99 en un lugar para ir por la que estaba perdida y cuando la encuentra se llena de alegría, la coloca sobre sus hombros y celebra.
“Ustedes y yo, cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, reconocemos que somos pecadores y recibimos el sacramento de la confesión, somos la alegría de Jesús, Él está contento de ver la humildad y arrepentimiento”, indicó.
En el marco de la celebración eucarística, sacerdotes confesaron a decenas de fieles que formaron largas filas, tanto en los confesionarios del interior del templo como en los ubicados en la capilla del Divino Maestro. Entre los católicos destacaban desde adolescentes hasta personas de la tercera edad, que esperaron pacientes su turno.
“…No nos confiemos al hecho de ser bautizados, esforcémomos por ser fieles a la alianza que supone el bautismo, porque bautizarnos es hacer alianza con Dios. Él se compromete a recibirnos como hijos, y nosotros nos comprometemos a ser el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y Él se compromete a la salvación a través de los sacramentos y su Palabra. No estamos salvados simplemente por haber pasado por el sacramento del bautismo, tenemos que peregrinar en este mundo y tenemos que irnos purificando constantemente del pecado, tener la humildad de reconocernos pecadores”, reflexionó el Arzobispo.
Explicó pero el evangelio de ayer invita a confiar porque Dios es el Buen Pastor; en dicha lectura se recuerda la parábola del pastor bueno, quien teniendo 100 ovejas, al percatarse que le faltaba una, dejó las 99 en un lugar para ir por la que estaba perdida y cuando la encuentra se llena de alegría, la coloca sobre sus hombros y celebra.
“Ustedes y yo, cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, reconocemos que somos pecadores y recibimos el sacramento de la confesión, somos la alegría de Jesús, Él está contento de ver la humildad y arrepentimiento”, indicó.