Noticias de Yucatán
Compartir
Marzo 25, 2016
Las playas abarrotadas de gente
Marzo 25, 2016
Viernes Santo, día de la Semana Mayor que antes significaba profunda solemnidad y respeto, al parecer cada vez representa una fecha más holgada y sencilla.
Y esto sale a colación a consecuencia de que la gran cantidad de personas que en la jornada de hoy se observaron en Progreso, un día en que todos podríamos pensar que estaría si no desolado, al menos más tranquilo a como lo vivimos hoy.
Interminables filas de vehículos circulando por las principales calles y avenidas de este puerto hacían el tránsito cada vez más lento, aunado a que en determinados puntos de la localidad se llevaba a cabo el tradicional Vía Crucis, lo cual ameritó el cierre de algunas arterias imposibilitando aún más el libre flujo de los vacacionistas que arribaban para pasar su día de asueto.
Los restaurantes ubicados sobre la avenida del malecón y las instalaciones para turistas que se encuentran en las playas frente a estos mismos, lucieron abarrotados de visitantes tanto nacionales como locales.
En muchos de los establecimientos las mesas eran ocupadas y desocupadas constantemente. Los meseros no se daban abasto para atender a los comensales que llegaban principalmente en grupos familiares y las ventas en esos sitios eran de grandes volúmenes.
Es bien sabido que la gran cantidad de gente que no es yucateca pero que ya radica aquí, es la que principalmente llena este puerto debido a la cercanía de un sitio de playas con la ciudad, ventaja que muchas veces es muy difícil de conseguir en sus lugares de origen.
La gente “fuereña” como se le menciona, es la que aparentemente trae consigo nuevas costumbres y tradiciones, sin embargo este medio pudo entrevistó a yucatecos que en ese momento se hallaba consumiendo alimentos en un famoso restaurante, para que nos dieran su punto de vista sobre el Viernes Santo y su significado.
La señora Ligia Lira, enfermera retirada, indicó que hace unos años atrás la disciplina impuesta por los padres era mucho más rígida, y en este día no se podía ni salir de los domicilios y se dedicaba a oración y a guardar en casa.
Hoy día, agregó, yo sigo respetando el Viernes Santo únicamente con respecto a los alimentos. En esta ocasión vine a comer unos ricos mariscos y continúo la costumbre de no comer carne. Yo siento que ahora es más importante que nuestro comportamiento sea de respeto hacia el prójimo y hacia nosotros mismos, ya que tampoco ingiero bebidas alcohólicas. Así me lo inculcaron, y así lo sigo”.
Raúl Barbosa Várguez indicó que a pesar de no ser un hombre muy religioso, continúa la tradición por respeto a la educación inculcada a su esposa, y que en esta ocasión aprovechó que este día no hubo trabajo y su hijo pudo acompañarlo a comer.
-Creo que poco a poco se va dejando la rigidez del día porque la gente cada vez comprende más que los actos hacia los demás es lo que importa. Pero le confieso que vine este día a Progreso porque pensé que habría menos gente, y es una sorpresa ver que las playas están completamente llenas –dijo.
Gladys Ruiz González quien hace unos meses fue operada de una hernia, indicó que acudió al puerto a comer con su esposo e hijos y a relajarse de su pasada cirugía, ya que por ello tenía muchos meses sin salir de casa.
El día libre de estos les permitiría convivir aún mucho más en familia y con respecto al Viernes Santo indicó que cada vez es más difícil inculcar un fervor religioso a los hijos debido a que los tiempos van cambiando.
“Sin embargo, tanto mi esposo como yo fuimos educados de una manera y nos lo respetan en casa, aunque ya no es un día en que casi nos encerrábamos todos a rezar como lo indicaban nuestros padres y a estos a su vez los abuelos. Todos sabemos que no debemos consumir carne, y lo seguimos como una costumbre generacional ”.
“Yo pienso que lo principal es conducirse con valores y respeto hacia los demás. No sólo por cuestión de religión sino también como una norma social de convivencia. Y lo podemos observar en mucha gente que este día nos rodea, más que tomar el día como de oración y rezos, lo principal es convivir con la familia y con los demás en paz”, finalizó doña Gladys.