En un escrito remitido hoy al juez encargado del expediente, el Departamento de Justicia dijo que sigue requiriendo la asistencia del gigante informático en el marco de la investigación.
A finales de marzo, el Gobierno puso fin a otra sonada batalla judicial con Apple al lograr acceder por su cuenta al teléfono utilizado por el autor de un tiroteo en la localidad californiana de San Bernardino en diciembre pasado, en el que murieron 14 personas y que se investiga como terrorismo.
En el caso de Brooklyn, sin embargo, el Ejecutivo señaló hoy que “continúa requiriendo la asistencia de Apple para acceder a los datos” del celular del sospechoso.
Según las autoridades, el método utilizado para acceder al iPhone de San Bernardino no funciona en otros modelos como este y la empresa de Cupertino cumplió en el pasado con solicitudes de asistencia similares.
El pasado febrero, un juez de Nueva York se negó a obligar a Apple a desbloquear el teléfono, una decisión que fue apelada por las autoridades, un recurso que según dejaron claro hoy no ha cambiado tras la solución encontrada en California.
El principal acusado en esa causa de Nueva York, Jung Feng, fue detenido en el distrito de Queens el 11 de junio de 2014 por conspirar junto con otras cuatro personas para traficar con metanfetaminas.
En las diligencias policiales las autoridades requisaron varios objetos, incluido un iPhone 5s, y las investigaciones derivaron un año después en la petición para que se permitiera rescatar información de ese y otros teléfonos móviles.
