El presidente Donald Trump llamó este miércoles a jefes policiacos a sumarse a los esfuerzos de su gobierno para la deportación de indocumentados, sugiriendo que los policías locales pueden ubicarlos y arrestarlos mejor que las autoridades migratorias.
Al hablar en Washington en la conferencia de jefes de policías de grandes ciudades, Trump ofreció dar a las policías locales las armas que requieren para confrontar el clima de violencia que viven algunas urbes, y del que culpó a pandillas, narcotraficantes e indocumentados.
“Es hora de evitar que las drogas inunden nuestro país, y por cierto, lo haremos. Y diré esto: (el) general, ahora secretario (de Seguridad Interna, DHS, John) Kelly será el hombre que lo hará, y le daremos un muro, y será un muro real”, dijo.
El mandatario ofreció llevar esa batalla directamente a los cárteles de las drogas y trabajar “para liberar a nuestras comunidades de la terrible garra de la violencia”.
“Ustedes tienen ese poder. Ustedes conocen a los ilegales; ustedes los conocen por sus nombres, ustedes los conocen por sus apodos, ustedes tienen ese poder”, afirmó el mandatario hablando en un céntrico hotel de la capital donde se celebra el encuentro.
Trump externó que el gobierno federal nunca podrá ser tan preciso, “pero ustedes están en los barrios y conocer a los malos y a los buenos”.
“Quiero que entreguen a los malos. Llamen a los representantes del secretario Kelly y los vamos a sacar del país y regresarlos a donde vinieron y lo vamos a hacer rápido”, ofreció.
En una orden ejecutiva firmada el 25 de enero, Trump aprobó una directiva mediante la cual restauró el controversial programa “Comunidades Seguras”, enfocándolo en la detención y deportaciones de inmigrantes indocumentados.
Estados Unidos aplicó durante años este programa mediante el cual las jefaturas de policía locales mantenían en custodia a inmigrantes indocumentados hasta que agentes migratorios pudiera determinar si la persona era buscada para ser deportada.
El programa fue cancelado en 2014 tras sucesivas quejas judiciales de jefaturas de policía alegando que carecían de autoridad bajo la cláusula constitucional de debido proceso, para retenerlos encarcelados hasta que fueran procesados por fines migratorios.
La administración de Barack Obama lo sustituyó con el Programa de Prioridades de Cumplimiento (PEP), en 2014, que limita la transferencia de detenidos a aquellos buscados por delitos serios o que son un riesgo a la seguridad nacional.
El PEP empero fue criticado por legisladores republicanos que lo calificaron como un fracaso debido a su carácter optativo y a que las jefaturas de policía, en especial de las 200 ciudades con políticas santuario -de protección a migrantes-, siguen ignorando las peticiones del DHS. (NTMX) Aristegui Noticias