La meta es eventualmente usar luz natural en vez de luz artificial producida en el experimento de Juelich, que en cuatro horas de electricidad requiere un equivalente de lo que un hogar de cuatro personas usa en un año.
Científicos en Alemania encendieron este jueves lo que se describe como “el Sol artificial más grande del mundo” y que ellos esperan arroje información sobre nuevas maneras de hacer combustibles más amigables al clima.
El panel parecido a un panal de abeja, de 149 lámparas, oficialmente conocido como “Synlight”, instalado en Juelich, a unos 30 kilómetros (19 millas) al oeste de Colonia, tiene cierto tipo de bombilla de xenón que normalmente se usa en cines para simular la luz natural, generalmente escasa en Alemania en esta época del año.
Al enfocar todo el panel en un solo lugar, de 20×20 centímetros (8×8 pulgadas), los científicos del Centro Aeroespacial Alemán, o DLR, podrán producir el equivalente de 10 mil veces la cantidad de radiación solar que normalmente alumbraría sobre la misma superficie.
Crear tales condiciones, parecidas a un horno, con temperaturas de hasta 3 mil grados centígrados (5 mil Fahrenheit), es clave para probar maneras novedosas de producir hidrógeno, de acuerdo con Bernhard Hoffschmidt, director del Instituto para Investigación Solar del DLR.
Muchos consideran que el hidrógeno es el combustible del futuro porque no produce emisiones de carbono cuando se quema, o sea que no afecta el calentamiento global. Pero debido a que el hidrógeno no se produce de manera natural, lo primero que hay que hacer para producirlo es separar los dos componentes del agua —el otro es el oxígeno— en un proceso que actualmente requiere grandes cantidades de electricidad.
Investigadores esperan circunvalar la etapa de la electricidad usando la inmensa cantidad de energía que llega a la Tierra en forma de luz producida por el Sol.
Hoffschmidt dijo que el deslumbrante panel está diseñado para llevar los pequeños experimentos, hechos en laboratorios más chicos, al siguiente nivel, agregando que una vez que los investigadores han logrado maestría de las técnicas para hacer hidrogeno con la potencia de 350 kilovatios de Synlight, se puede ampliar diez veces el proceso para alcanzar un nivel apto para la industria.
La meta es eventualmente usar luz natural en vez de luz artificial producida en el experimento de Juelich, que en cuatro horas de electricidad requiere un equivalente de lo que un hogar de cuatro personas usa en un año.
Hoffschmidt aceptó que el hidrógeno tiene sus problemas, por ejemplo es increíblemente volátil, pero al combinarlo con monóxido de carbono producido de fuentes renovables, los científicos, por ejemplo, podrían producir keroseno amigable para el medio ambiente para la industria de aviación.
Científicos en Alemania encendieron este jueves lo que se describe como “el Sol artificial más grande del mundo” y que ellos esperan arroje información sobre nuevas maneras de hacer combustibles más amigables al clima.
El panel parecido a un panal de abeja, de 149 lámparas, oficialmente conocido como “Synlight”, instalado en Juelich, a unos 30 kilómetros (19 millas) al oeste de Colonia, tiene cierto tipo de bombilla de xenón que normalmente se usa en cines para simular la luz natural, generalmente escasa en Alemania en esta época del año.
Al enfocar todo el panel en un solo lugar, de 20×20 centímetros (8×8 pulgadas), los científicos del Centro Aeroespacial Alemán, o DLR, podrán producir el equivalente de 10 mil veces la cantidad de radiación solar que normalmente alumbraría sobre la misma superficie.
Crear tales condiciones, parecidas a un horno, con temperaturas de hasta 3 mil grados centígrados (5 mil Fahrenheit), es clave para probar maneras novedosas de producir hidrógeno, de acuerdo con Bernhard Hoffschmidt, director del Instituto para Investigación Solar del DLR.
Muchos consideran que el hidrógeno es el combustible del futuro porque no produce emisiones de carbono cuando se quema, o sea que no afecta el calentamiento global. Pero debido a que el hidrógeno no se produce de manera natural, lo primero que hay que hacer para producirlo es separar los dos componentes del agua —el otro es el oxígeno— en un proceso que actualmente requiere grandes cantidades de electricidad.
Investigadores esperan circunvalar la etapa de la electricidad usando la inmensa cantidad de energía que llega a la Tierra en forma de luz producida por el Sol.
Hoffschmidt dijo que el deslumbrante panel está diseñado para llevar los pequeños experimentos, hechos en laboratorios más chicos, al siguiente nivel, agregando que una vez que los investigadores han logrado maestría de las técnicas para hacer hidrogeno con la potencia de 350 kilovatios de Synlight, se puede ampliar diez veces el proceso para alcanzar un nivel apto para la industria.
La meta es eventualmente usar luz natural en vez de luz artificial producida en el experimento de Juelich, que en cuatro horas de electricidad requiere un equivalente de lo que un hogar de cuatro personas usa en un año.
Hoffschmidt aceptó que el hidrógeno tiene sus problemas, por ejemplo es increíblemente volátil, pero al combinarlo con monóxido de carbono producido de fuentes renovables, los científicos, por ejemplo, podrían producir keroseno amigable para el medio ambiente para la industria de aviación.