Ciudad de México.- Los padres de una menor que quedó ciega por una presunta negligencia médica cometida por médicos del Hospital número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), interpusieron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) contra el personal del nosocomio.
El visitador Regional, Víctor Hugo Contreras Vargas dio a conocer que se integró el expediente URU/044/17 tras los hechos narrados por Marcela Viridiana Cervantes, madre del bebé quien denunció que ante una posible atención tardía su hijo quedó ciego.
Por competencia, el caso fue turnado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Según la madre, el 25 de octubre del 2016 fue al hospital mencionado donde la atendieron de un parto de 31 semanas. Ahí nació el Oscar André V., quien de inmediato fue trasladado a una incubadora donde estuvo 35 días. Lo dieron de alta el 30 de noviembre.
Posteriormente la mandaron con el pediatra donde la atendieron y le pidieron que sacara cita con el cardiólogo y el oftalmólogo, pero los especialistas le dijeron que fuera hasta enero porque era fin de año y no había libros de citas.
“Me dieron la cita para el 17 de enero de este año con el oftalmólogo Héctor Javier S., y el 19 con el cardiólogo Adriana E”, relató la mujer.
Cuando finalmente llevó a su hijo con el oftalmólogo, éste lo revisó y le preguntó por qué había tardado tanto en llevarlo y le explicó la complicación con las citas. El médico revisó al bebé y le dijo a la mujer que estaba muy chico y que no veía ningún problema. Le citó un mes después y le indicó que llegara una hora antes de su cita para que le dilatara las pupilas al niño. La sería el 16 de febrero, pero no fue el doctor y se la cambiaron para el 27.
En esa nueva cita, relató la mujer, le hicieron un estudio al bebé, le pusieron gotas, le abrieron con unas pinzas y le dijeron que el niño tenía cataratas.
En su informe el médico detalló que en un ojo tenía cataratas y en el otro la retina desprendida, por lo que refirió al menor al Centro Médico de Occidente donde el diagnóstico médico fue desprendimiento de las dos retinas.
A decir de la madre, el especialista de Guadalajara le comentó que un caso como el de su hijo, que nació prematuro, se le tenía que haber realizado una cirugía entre la tercera y segunda semana después de su nacimiento, porque en su condición el bebé ya no iba a poder ver.
La quejosa indicó también que su bebé fue discriminado en la guardería “Paulita”, de la Colonia La Magdalena, adscrita al IMSS, donde a pesar de que ya le habían autorizado el ingreso al conocer el diagnóstico médico, le manifestaron que no lo podrían recibir porque en su estado iba a requerir cuidados especiales.
Versión del IMSS
El IMSS informó admitió que la quejosa fue atendida en el lugar y fechas relatadas, que se envió al menor a oftalmología, a cardiología pediátrica y a neumología.
Reconoció que el pasado 27 de febrero en la nota de oftalmología se informó que el bebé presentaba catarata en el ojo derecho y retinopatía del prematuro del ojo izquierdo por lo cual se derivó a Oftalmología.
Señaló que el manejo médico del recién nacido prematuro requiere de la utilización de oxígeno, dependiendo de los factores individuales de la madre (por ejemplo pre eclampsia-eclampsia, diabetes mellitus) y en el recién nacido prematuro (por ejemplo la edad gestacional asociada al peso, cardiopatías congénitas no diagnosticadas y algunos factores adquiridos como procesos infecciosos de vías respiratorias) condicionan una mayor cantidad de suministro de oxígeno, “convirtiéndose éste en el principal factor que condiciona la retinopatía del recién nacido prematuro”.
El IMSS afirmó que aproximadamente el 10% de los recién nacidos prematuros pueden desarrollar la complicación denominada retinopatía del recién nacido prematuro; de ellos el 90% tiende a remitir y el 1% puede desarrollar la complicación.
En cuanto al tema de la guardería, indicó que en el Sistema de Información y Administración de Guarderías (SIAG), hay registro de ingreso bajo el nombre de Viridiana Cervantes con fecha del 1 de marzo. Abundó que la madre fue citada el 6 de marzo para las pláticas de orientación, sin embargo, ella no se presentó, “por lo que automáticamente el sistema cancela el trámite, procedimiento que marca la normativa institucional correspondiente”.
El lunes 14 de marzo se reanudó el trámite y se le solicitó acudir de nuevo a la plática de ingreso. En ese momento la madre comentó sobre el diagnóstico del menor, sin embargo, la Directora de la Guardería continúa con el trámite hasta la expedición de la determinación médica final.
El 15 de marzo se realizó la plática de nuevo ingreso y el 21 del mismo mes se le citó para la revisión y entrega de documentos. Finalmente, aseguró que el
28 de marzo, con el dictamen médico se procedió a la inscripción y entrada del menor.
No obstante, advirtió que las áreas que intervienen en el proceso médico se encuentran “comprometidas para garantizar en lo posible, el buen estado físico del menor”; y que la Jefatura de Trabajo Social, Prestaciones Económicas y Sociales, se encuentra al tanto del caso del menor para otorgarle a él y a su madre los beneficios con los que cuenta el Instituto para coadyuvar en la consecución de una mejoría en su calidad de vida.
El visitador Regional, Víctor Hugo Contreras Vargas dio a conocer que se integró el expediente URU/044/17 tras los hechos narrados por Marcela Viridiana Cervantes, madre del bebé quien denunció que ante una posible atención tardía su hijo quedó ciego.
Por competencia, el caso fue turnado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Según la madre, el 25 de octubre del 2016 fue al hospital mencionado donde la atendieron de un parto de 31 semanas. Ahí nació el Oscar André V., quien de inmediato fue trasladado a una incubadora donde estuvo 35 días. Lo dieron de alta el 30 de noviembre.
Posteriormente la mandaron con el pediatra donde la atendieron y le pidieron que sacara cita con el cardiólogo y el oftalmólogo, pero los especialistas le dijeron que fuera hasta enero porque era fin de año y no había libros de citas.
“Me dieron la cita para el 17 de enero de este año con el oftalmólogo Héctor Javier S., y el 19 con el cardiólogo Adriana E”, relató la mujer.
Cuando finalmente llevó a su hijo con el oftalmólogo, éste lo revisó y le preguntó por qué había tardado tanto en llevarlo y le explicó la complicación con las citas. El médico revisó al bebé y le dijo a la mujer que estaba muy chico y que no veía ningún problema. Le citó un mes después y le indicó que llegara una hora antes de su cita para que le dilatara las pupilas al niño. La sería el 16 de febrero, pero no fue el doctor y se la cambiaron para el 27.
En esa nueva cita, relató la mujer, le hicieron un estudio al bebé, le pusieron gotas, le abrieron con unas pinzas y le dijeron que el niño tenía cataratas.
En su informe el médico detalló que en un ojo tenía cataratas y en el otro la retina desprendida, por lo que refirió al menor al Centro Médico de Occidente donde el diagnóstico médico fue desprendimiento de las dos retinas.
A decir de la madre, el especialista de Guadalajara le comentó que un caso como el de su hijo, que nació prematuro, se le tenía que haber realizado una cirugía entre la tercera y segunda semana después de su nacimiento, porque en su condición el bebé ya no iba a poder ver.
La quejosa indicó también que su bebé fue discriminado en la guardería “Paulita”, de la Colonia La Magdalena, adscrita al IMSS, donde a pesar de que ya le habían autorizado el ingreso al conocer el diagnóstico médico, le manifestaron que no lo podrían recibir porque en su estado iba a requerir cuidados especiales.
Versión del IMSS
El IMSS informó admitió que la quejosa fue atendida en el lugar y fechas relatadas, que se envió al menor a oftalmología, a cardiología pediátrica y a neumología.
Reconoció que el pasado 27 de febrero en la nota de oftalmología se informó que el bebé presentaba catarata en el ojo derecho y retinopatía del prematuro del ojo izquierdo por lo cual se derivó a Oftalmología.
Señaló que el manejo médico del recién nacido prematuro requiere de la utilización de oxígeno, dependiendo de los factores individuales de la madre (por ejemplo pre eclampsia-eclampsia, diabetes mellitus) y en el recién nacido prematuro (por ejemplo la edad gestacional asociada al peso, cardiopatías congénitas no diagnosticadas y algunos factores adquiridos como procesos infecciosos de vías respiratorias) condicionan una mayor cantidad de suministro de oxígeno, “convirtiéndose éste en el principal factor que condiciona la retinopatía del recién nacido prematuro”.
El IMSS afirmó que aproximadamente el 10% de los recién nacidos prematuros pueden desarrollar la complicación denominada retinopatía del recién nacido prematuro; de ellos el 90% tiende a remitir y el 1% puede desarrollar la complicación.
En cuanto al tema de la guardería, indicó que en el Sistema de Información y Administración de Guarderías (SIAG), hay registro de ingreso bajo el nombre de Viridiana Cervantes con fecha del 1 de marzo. Abundó que la madre fue citada el 6 de marzo para las pláticas de orientación, sin embargo, ella no se presentó, “por lo que automáticamente el sistema cancela el trámite, procedimiento que marca la normativa institucional correspondiente”.
El lunes 14 de marzo se reanudó el trámite y se le solicitó acudir de nuevo a la plática de ingreso. En ese momento la madre comentó sobre el diagnóstico del menor, sin embargo, la Directora de la Guardería continúa con el trámite hasta la expedición de la determinación médica final.
El 15 de marzo se realizó la plática de nuevo ingreso y el 21 del mismo mes se le citó para la revisión y entrega de documentos. Finalmente, aseguró que el
28 de marzo, con el dictamen médico se procedió a la inscripción y entrada del menor.
No obstante, advirtió que las áreas que intervienen en el proceso médico se encuentran “comprometidas para garantizar en lo posible, el buen estado físico del menor”; y que la Jefatura de Trabajo Social, Prestaciones Económicas y Sociales, se encuentra al tanto del caso del menor para otorgarle a él y a su madre los beneficios con los que cuenta el Instituto para coadyuvar en la consecución de una mejoría en su calidad de vida.