#EFEMERIDE La noche triste: la derrota de Hernán Cortés a manos de los aztecas el 30 de junio de 1520

30 junio 2017
Noticias de Yucatán


La historia cuenta que debajo de este árbol, Hernán Cortés lloró la muerte de sus hombres el 30 de junio de 1520. ¿Qué conoces sobre la historia de la "Noche Triste"?
Se llama Noche Triste a la derrota de Hernán Cortés a manos de los aztecas en la madrugada del 30 de junio al 1 de julio de 1520.
Las relaciones entre el conquistador español Hernán Cortés (1485-1547) y el emperador azteca o mexica Moctezuma II (1466-1520) empezaron con mal pie. El 8 de noviembre de 1519, Cortés y su ejército entraron en la capital del Imperio azteca, Tenochtitlan (hoy Ciudad de México); Moctezuma, rodeado de la nobleza local, los aguardaba. El español bajó del caballo con intención de abrazar al rey de los mexicas, pero Cacamatzin, señor de Texcoco, y Cuitláhuac, señor de Iztapalapa, se le adelantaron rápidamente para impedirlo: ¡el soberano era intocable! Cortés, entonces, se quitó un collar de cuentas de vidrio y lo puso alrededor del cuello de Moctezuma, lo que aplacó los ánimos de los nobles allí presentes, que le correspondieron con otro collar, éste de caracoles y camarones de oro. La cortesía diplomática, por el momento, había salvado la situación.
Pero pronto iban a torcerse de nuevo las cosas. Primero, tras una escaramuza entre totonacas (aliados de los españoles) y aztecas en la que murieron siete soldados de Cortés, éste mandó apresar a Moctezuma, lo cual enfureció a sus súbditos. Y aún faltaba la peor afrenta, que se conoce como la matanza del Templo Mayor (en la imagen que ilustra este artículo, según una pintura del Códice Durán). A finales de mayo de 1520, Cortés tuvo que ausentarse para enfrentarse a Pánfilo de Narváez y dejó a Pedro de Alvarado al mando de una compañía de 80 soldados que debía proteger al ilustre y preciado prisionero, para asegurarse así la neutralidad de los nativos. Pero Alvarado, creyendo al parecer que se estaba incubando una rebelión, atacó con ferocidad a los nobles que se encontraban celebrando el festival religioso del mes de Toxcatl y provocó una auténtica masacre. La rebelión, ahora sí, estaba servida.
Cortés regresó y, tratando de calmar los ánimos, hizo que Moctezuma se asomara a la balconada de su palacio e instara a sus seguidores a retirarse. Pero estos, ante la supuesta complicidad del emperador con los españoles, le arrojaron piedras y flechas que lo hirieron mortalmente: falleció a las pocas horas. Tras una semana de combates, los españoles y sus aliados indígenas, cercados en el palacio de Axayácatl y casi sin alimentos, decidieron huir llevando consigo el tesoro de Moctezuma, en la medianoche del 30 de junio de 1520. Cortés dio la señal de partida y marcharon en silencio, cuidando de que los caballos no relincharan. Pero una anciana mexica dio la voz de alarma y en cuestión de minutos la laguna que rodeaba Tenochtitlan hirvió de canoas repletas de nativos armados. Cortés escapó por los pelos, pero la derrota española de la Noche Triste fue absoluta y se cree que el 90% del saqueo del tesoro de Moctezuma se perdió en la laguna.


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