Noticias de Yucatán
William Córdoba, condenado por robo y asesinato en la prisión estatal de San Quintín en California, consiguió una indemnización de 65.000 dólares después de la sentencia de un juzgado contra una exempleada de la cárcel, informa San Francisco Chronicle. Córdoba, de 57 años, acusó a Silvia Pulido de haberle convertido en su "esclavo sexual".
Según la víctima, los abusos comenzaron en el 2010 cuando al recluso le tocó trabajar en la oficina de Pulido, quien en aquel entonces ocupaba un cargo de instructora de un programa vocacional para reclusos. A cambio, la empleada carcelaria le prometía ayuda con la búsqueda de los abogados para poder reducir su estancia en prisión.
Unos meses después William Córdoba intentó poner fin a estas relaciones y entonces Pulido le acusó de violar la disciplina interna del centro penitenciario. Debido a esta queja el hombre fue puesto en confinamiento solitario durante nueve meses. El reo denunció a Pulido ya en 2012 y solicitó terapia psiquiátrica para recuperarse del acoso.
Durante el juicio los abogados de la empleada de la prisión calificaron las denuncias de Córdoba de "delirantes". Pero un jurado compuesto de ocho personas falló a favor del recluso. Finalmente, la indemnización ascendió a 15.414 dólares por daños compensatorios y a 50.000 por daños punitivos.
El abogado del preso, Ben Rothstein, aseguró que el caso "no se habría tomado tan en serio hace cinco años, pero ahora las personas están dispuestas a desafiar a la autoridad y tomar en cuenta las denuncias de las personas desposeídas por la sociedad".
William Córdoba, condenado por robo y asesinato en la prisión estatal de San Quintín en California, consiguió una indemnización de 65.000 dólares después de la sentencia de un juzgado contra una exempleada de la cárcel, informa San Francisco Chronicle. Córdoba, de 57 años, acusó a Silvia Pulido de haberle convertido en su "esclavo sexual".
Según la víctima, los abusos comenzaron en el 2010 cuando al recluso le tocó trabajar en la oficina de Pulido, quien en aquel entonces ocupaba un cargo de instructora de un programa vocacional para reclusos. A cambio, la empleada carcelaria le prometía ayuda con la búsqueda de los abogados para poder reducir su estancia en prisión.
Unos meses después William Córdoba intentó poner fin a estas relaciones y entonces Pulido le acusó de violar la disciplina interna del centro penitenciario. Debido a esta queja el hombre fue puesto en confinamiento solitario durante nueve meses. El reo denunció a Pulido ya en 2012 y solicitó terapia psiquiátrica para recuperarse del acoso.
Durante el juicio los abogados de la empleada de la prisión calificaron las denuncias de Córdoba de "delirantes". Pero un jurado compuesto de ocho personas falló a favor del recluso. Finalmente, la indemnización ascendió a 15.414 dólares por daños compensatorios y a 50.000 por daños punitivos.
El abogado del preso, Ben Rothstein, aseguró que el caso "no se habría tomado tan en serio hace cinco años, pero ahora las personas están dispuestas a desafiar a la autoridad y tomar en cuenta las denuncias de las personas desposeídas por la sociedad".