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“Atenderé la administración municipal de lunes a viernes, pero el sábado, el fin de semana, cantaré”, dice Carlos Macías, uno de los compositores populares más reconocidos de México y hoy candidato a la alcaldía de este municipio.
Con guitarra al hombro y baladas a “flor de labios”, Macías busca conquistar el voto de sus paisanos. En la contienda electoral lo abandera el partido local Podemos Mover a Chiapas; en el día a día su mejor arma es la poesía.
Chiapa de Corzo, la tierra que el compositor quiere gobernar, tiene la denominación de Pueblo Mágico. Confiado en haberse ganado a su público a través de la música romántica, Carlos está convencido de que puede conquistar al electorado, que elegirá también al próximo gobernador y diputados locales.
El autor de “Divina tú” y “Amarte así”, entre otras canciones, se deslinda de la clase política tradicional, y asume su condición de “revolucionario” “rebelde” y “crítico del sistema”.
Enfatiza que le “entró a la política” empujado por su compromiso con la justicia social y el desarrollo integral, los cuales según su visión política, deben ser alentados por la educación, el arte y la cultura.
Macías considera que su andar proselitista casi imitaría a Pablo Neruda —uno de sus escritores favoritos—, quien fue embajador, comunista, perseguido político, pero nunca se alejó de la poesía.
El artista teje su ideario y sus aspiraciones políticas a la sombra de una añeja ceiba, símbolo fundacional de esta ciudad colonial asentada a la orilla del río Grijalva. Aquí los lugareños se quejan de la contaminación ambiental causada por las extracciones de arena y una calera en la ribera.
Va por la libre. Arropado por el partido Podemos Mover a Chiapas, Carlos Macías relata que su primera experiencia en la política la lleva a cabo como un candidato “ciudadano libre”. Sus actos de campaña arrancarán el próximo 29 de mayo.
La condición que puso para aceptar la candidatura, recuerda, fue “ir por la libre”. Él mismo integró su equipo de campaña y, de obtener el triunfo en las urnas, podrá elegir, sin injerencias partidistas, a sus colaboradores.
Las campañas aún no empiezan, pero Macías ya anticipa la victoria, confiado en que sus propuestas “humanas” y “honestas” se impondrán por encima de otras que “sólo mueve el interés político y económico”.
El artista chiapaneco tiene una experiencia de 18 años en la música, durante los cuales ha aprendido a “distinguir y separar la frontera entre la política y el arte de la canción”. Nada tiene que ver la una con la otra, dice seguro.
Entre el voto y la canción. “Tengo la capacidad de enamorar los corazones, que la gente llore, cante, se enamore y se duela con mis canciones, pero esto es más sencillo que convencer políticamente al público”, explica el candidato.
La gente, agrega, cree mucho en la canción, “oye que todas mis canciones hablan de un amor maravilloso, limpio y fiel, aunque en realidad soy un enamorado, un mujeriego”.
No obstante, cuando se trata de convencer para un proyecto político, es “un poco más complicado”, admite el artista nominado varias ocasiones para los premios los Grammys y Billboard.
Conocedor de las “piedras” que encontrará en el camino, Carlos Macías confía en que su estrategia de campaña será exitosa. Buscará el voto con el discurso político convincente a ras de tierra, con “la guitarra al hombro y la canción que irán de la mano”.
Advierte que uno de los obstáculos será la compra de votos. “Una familia me decía: usted nos dice no vendan sus votos, pero nosotros somos seis, y si nos dan mil 800 pesos, es dinero y nos sirve mucho”.
El cantautor traza los ejes de su proyecto: educación, obras públicas, empleo, arte, cultura, turismo y tradiciones. Propone, por ejemplo, que la Feria Grande, de enero, difunda la música de marimba, a fin de fortalecer el arraigo y el sentimiento de pertenencia entre sus paisanos.
Asegura que cuando comience sus actividades de campaña y le toque recorrer las comunidades, llevará propuestas y música, para tener un mejor equilibrio. “Si no estaré pensando nada más en el dinero; en sensibilidad no creo que haya ningún candidato que me gane”, dice Carlos Macías.
“Qué alivio cuando me arreglo para la canción, cuando salgo al escenario, y sé que no voy a platicar con una bola de mafiosos, sino que entregaré el alma a la gente, no podría yo dejar de cantar”, remata.
“Atenderé la administración municipal de lunes a viernes, pero el sábado, el fin de semana, cantaré”, dice Carlos Macías, uno de los compositores populares más reconocidos de México y hoy candidato a la alcaldía de este municipio.
Con guitarra al hombro y baladas a “flor de labios”, Macías busca conquistar el voto de sus paisanos. En la contienda electoral lo abandera el partido local Podemos Mover a Chiapas; en el día a día su mejor arma es la poesía.
Chiapa de Corzo, la tierra que el compositor quiere gobernar, tiene la denominación de Pueblo Mágico. Confiado en haberse ganado a su público a través de la música romántica, Carlos está convencido de que puede conquistar al electorado, que elegirá también al próximo gobernador y diputados locales.
El autor de “Divina tú” y “Amarte así”, entre otras canciones, se deslinda de la clase política tradicional, y asume su condición de “revolucionario” “rebelde” y “crítico del sistema”.
Enfatiza que le “entró a la política” empujado por su compromiso con la justicia social y el desarrollo integral, los cuales según su visión política, deben ser alentados por la educación, el arte y la cultura.
Macías considera que su andar proselitista casi imitaría a Pablo Neruda —uno de sus escritores favoritos—, quien fue embajador, comunista, perseguido político, pero nunca se alejó de la poesía.
El artista teje su ideario y sus aspiraciones políticas a la sombra de una añeja ceiba, símbolo fundacional de esta ciudad colonial asentada a la orilla del río Grijalva. Aquí los lugareños se quejan de la contaminación ambiental causada por las extracciones de arena y una calera en la ribera.
Va por la libre. Arropado por el partido Podemos Mover a Chiapas, Carlos Macías relata que su primera experiencia en la política la lleva a cabo como un candidato “ciudadano libre”. Sus actos de campaña arrancarán el próximo 29 de mayo.
La condición que puso para aceptar la candidatura, recuerda, fue “ir por la libre”. Él mismo integró su equipo de campaña y, de obtener el triunfo en las urnas, podrá elegir, sin injerencias partidistas, a sus colaboradores.
Las campañas aún no empiezan, pero Macías ya anticipa la victoria, confiado en que sus propuestas “humanas” y “honestas” se impondrán por encima de otras que “sólo mueve el interés político y económico”.
El artista chiapaneco tiene una experiencia de 18 años en la música, durante los cuales ha aprendido a “distinguir y separar la frontera entre la política y el arte de la canción”. Nada tiene que ver la una con la otra, dice seguro.
Entre el voto y la canción. “Tengo la capacidad de enamorar los corazones, que la gente llore, cante, se enamore y se duela con mis canciones, pero esto es más sencillo que convencer políticamente al público”, explica el candidato.
La gente, agrega, cree mucho en la canción, “oye que todas mis canciones hablan de un amor maravilloso, limpio y fiel, aunque en realidad soy un enamorado, un mujeriego”.
No obstante, cuando se trata de convencer para un proyecto político, es “un poco más complicado”, admite el artista nominado varias ocasiones para los premios los Grammys y Billboard.
Conocedor de las “piedras” que encontrará en el camino, Carlos Macías confía en que su estrategia de campaña será exitosa. Buscará el voto con el discurso político convincente a ras de tierra, con “la guitarra al hombro y la canción que irán de la mano”.
Advierte que uno de los obstáculos será la compra de votos. “Una familia me decía: usted nos dice no vendan sus votos, pero nosotros somos seis, y si nos dan mil 800 pesos, es dinero y nos sirve mucho”.
El cantautor traza los ejes de su proyecto: educación, obras públicas, empleo, arte, cultura, turismo y tradiciones. Propone, por ejemplo, que la Feria Grande, de enero, difunda la música de marimba, a fin de fortalecer el arraigo y el sentimiento de pertenencia entre sus paisanos.
Asegura que cuando comience sus actividades de campaña y le toque recorrer las comunidades, llevará propuestas y música, para tener un mejor equilibrio. “Si no estaré pensando nada más en el dinero; en sensibilidad no creo que haya ningún candidato que me gane”, dice Carlos Macías.
“Qué alivio cuando me arreglo para la canción, cuando salgo al escenario, y sé que no voy a platicar con una bola de mafiosos, sino que entregaré el alma a la gente, no podría yo dejar de cantar”, remata.
Fuente: El universal
