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Para las personas amantes de los animales, e incluso para muchos que no lo son, resulta inconcebible la idea de lastimar a una criatura indefensa.
Los motivos para hacerlo son variados, desde desconocimiento hasta placer o beneficio.
Este último fue lo que motivó a James Mukangi, un keniano, a matar de la peor manera a mil 100 gatos en el estado de Nakuru.
El hombre despellejaba vivos a los felinos para luego vender su carne para producir alimentos, una actividad que horrorosamente realizaba desde 2012.
De acuerdo con medios locales, varios ciudadanos se juntaron para delatar al hombre y entregarlo a las autoridades después de que degollara a su última víctima.
Ya estando en manos de la policía, el maltratador de 34 años reveló que había ganado alrededor de 50 mil chelines keniatas -casi 5 mil dólares- gracias a este 'negocio único' en el que mataba y vendía la carne de los felinos a diferentes comercios de la zona, incluido un hotel.
Fue difícil cuando comencé el negocio, pero mi clientela creció porque siempre hay una gran demanda de carne de gato", aseguró.
OPINIONES ENCONTRADAS
Cuando se conoció la manera en que Mukangi se ganaba la vida recibió tanto duras críticas como argumentos en su defensa.
Como era de esperar, los activistas condenaron el maltrato animal. Por su parte, el veterinario Githui Kaba advirtió sobre el peligro de consumir una carne que no es adecuada para los humanos.
Por el contrario, algunos consideran que "sólo hizo lo que pudo para sobrevivir".
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