Ex diputados, funcionarios y gobernadores del PAN exigen la salida de Anaya y Zepeda

09 julio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy 
Una treintena de panistas, entre ex diputados y funcionarios, exigió hoy la renuncia del dirigente del partido Damián Zepeda y de su ex candidato a la Presidencia, Ricardo Anaya, debido a que no “tienen legitimidad colectiva” para continuar en la dirigencia. El llamado se suma al de los gobernadores del Blanquiazul que también han pedido una renovación urgente de la dirigencia.

Gobernadores del Partido Acción Nacional (PAN), entre ellos el de Durango, José Rosas Aispuro, y el de Querétaro, Francisco Domínguez, manifestaron su rechazo a que el ex candidato Ricardo Anaya Cortés y el actual dirigente del partido, Damián Zepeda, continúen al frente del blanquiazul. Llamaron a una renovación urgente de la dirigencia.

“Anaya, Zepeda y demás equipo deben renunciar ya, no tienen legitimidad colectiva para seguir conduciendo al partido. Deben convocar de inmediato a la renovación de órganos estatutarios”, dijeron en un comunicado. 

“El resultado electoral (de la elección del 1 de julio) los reprueba y desacredita su encargo para nueva oportunidad de conducción. La institucionalidad del partido fue fracturada por estar a merced de intereses personales. El partido debe refundarse con nueva proyección de sus principios doctrinales y mayores exigencias de vida ética y democrática interna”, agrega.

El documento, difundido por medios nacionales, está firmado por el ex Diputado federal, Juan Miguel Alcántara Soria; la ex presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Espinosa Torres; la ex Diputada de Guanajuato, Raquel Jiménez; el ex diputado federal, Salvador Abascal Carranza; el subsecretario de Enlace Legislativo de Gobernación, Rubén Fernández Aceves; el ex diputado del Estado de México, Javier Paz Zarza; el ex comisionado nacional de la Cofepris, Miguel Ángel Toscano; y la ex Diputada María Concepción Ramírez.

Los firmantes también critican que Anaya Cortés rompió con la esencia democrática del partido mediante acciones inaceptables, entre las que destacaron la captura del padrón de militantes y la concentración cupular del poder.

“La cancelación de la pluralidad y de la competencia internas; corrupción, autoritarismo, persecución de la disidencia, entre otras. La formación del frente fue intransitable para buena parte de los panistas y conveniente solo para la perspectiva de Ricardo Anaya”, añaden.

El Gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, dijo a Reforma, que construyó junto con otros siete gobernadores panistas un bloque crítico del ex candidato presidencial. “Lo saludable es que haya una renovación que permita que la dirigencia tenga capacidad de mayor interlocución, cosa que ya no se tiene en este momento”.

No dio nombres, pero habló de intentar formar un consenso al interior del partido.


“Es un tema que se tiene que reflexionar. No quisiera hablar de nombres: lo que buscamos es que haya mayores consensos. Yo a lo que abonaría es a la unidad, a la construcción de acuerdos, a que podamos hacer una reflexión y que aceptemos que a lo mejor todos tuvimos fallas, que cada quien las asumamos; pero en el caso de la dirigencia es obvio que son más visibles por la responsabilidad que les tocó vivir”, indicó.


Esta mañana, en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, Francisco Domínguez, Gobernador de Querétaro, destacó que “lo más maduro es que se convoque a un cambio urgente antes del 25 de agosto para renovar la dirigencia del PAN”.


“Ricardo Anaya sigue siendo un activo para el PAN, está muy joven tiene 39 años, lo demostró en campaña, pero como político, no como dirigente, se equivocaron en la estrategia y Damián Zepeda tiene que asumir la responsabilidad”, consideró.

Domínguez dijo que lo que buscan es que el próximo dirigente tome en cuenta a la militancia, a los gobernadores y los liderazgos: “Vamos a estar abiertos a quien alce la mano y vamos a buscar a alguien que incluya a la militancia que esta vez no se incluyó, a los gobernantes y a los liderazgos de manera conjunta y un dirigente que lleve a la competitividad al Partido Acción Nacional que tiene mucho que dar”.

Por su parte, Fernando Doval, vocero del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, destacó que la prioridad del blanquiazul es defender los resultado positivos que obtuvieron en las elecciones, mientras que la convocatoria para la renovación de la dirigencia vendrá después.

“En estos momentos precisos, la prioridad del partido es defender los triunfos que obtuvimos el 1 de julio, también en aquellos lugares donde creemos que hubo irregularidades, y luego por supuesto se hará el análisis de lo que ocurrió en esta elección y se convocará a la renovación de la dirigencia nacional”, precisó en entrevista con Grupo Fórmula la mañana de este lunes.

Previendo una revuelta como la que se está viviendo, un día antes de las elecciones el PAN desató una tormenta interna al anunciar la expulsión de varios de sus miembros que han sido opositores de Anaya Cortés. Los senadores Ernesto Cordero y Jorge Luis Lavalle, así como la ex Diputada federal Eufrosina Cruz Mendoza, fueron expulsado de las filas del blanquiazul. Los tres rechazaron constantemente la candidatura de Anaya a la Presidencia.

Cordero demandó al panista ante la Procuraduría General de la República (PGR) por presunto lavado de dinero, lo que permitió a esa instancia, acusada de obrar a favor de José Antonio Meade Kuribreña, judicializar el caso.

Un día antes, el 29 de junio, se dio a conocer un video en el que Anaya advierte a un grupo de notables que “hay un grupo de gente” en Acción Nacional que querrá “hacerse a la mala del partido” una vez pasada la elección. Fue una reunión con motivo del cierre de campaña realizado el pasado 27 de junio en León.

En un video de una duración de casi 30 segundos, el entonces candidato presidencial llamA a sus allegados a cerrar filas. Les advierte que grupos internos acecharán la dirigencia del PAN. “Hay que permanecer unidos”, pidió.

Analistas dijeron a SinEmbargo desde la campaña que Acción Nacional se enfrentaría a una encrucijada después de los comicios presidenciales de 2018. Si ganaba, dijeron, “deberá reestructurarse para ser más incluyente y unir los diferentes proyectos políticos que se cuecen en su entraña”. Y si perdía, que fue lo que sucedió, “existe la posibilidad de una ‘perredización’ del blanquiazul, es decir, que se quiebre en facciones internas que limiten su capacidad de acuerdo y de acción”.

Politólogos afirmaron en entrevista con SinEmbargo que “esta elección va a cambiar el modelo de sistema de partidos que vemos ahora”, algo que se está viendo. Otros coinciden en que la del PAN es una crisis que viene de tiempo atrás, de Vicente Fox y de Felipe Calderón.

“Cuando se tiene el poder y se enfrenta uno al problema del cambio, el problema más complejo que existe en la vida política, […] se necesita mucha inteligencia, mucha decisión y suerte”, dijo a SinEmbargo el pasado 2 de julio Lorenzo Meyer. Agregó que el primer presidente panista no sólo no supo “qué hacer con la transición”: se alió con el PRI para garantizar la gobernabilidad, y sobre todo, para evitar que la izquierda lo rebasara.

“[Vicente Fox] compendió que el rival en serio era la izquierda -más con Andrés Manuel López Obrador que con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano- y entonces vio en el PRI a un aliado, [que implicó] mantener una parte sustantiva del pasado para no perder el control del aparato administrativo y de gobierno frente al reto de la izquierda”, explicó entonces el profesor emérito del Colegio de México.

El foxismo, abundó, no buscó un reencuentro de México con la democracia o un cambio de sistema político. Más bien, evitar que la izquierda llegara a la Presidencia. Y el desafuero de López Obrador “es el momento en que Fox renuncia, de manera clara, a la supuesta herencia democrática del PAN”. (Sin embargo).
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