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Han pasado cinco décadas desde que los terrenos en los que fue edificado el aeropuerto de Mérida “Manuel Crescencio García Rejón” fueron expropiados y hasta ahora los campesinos no han recibido las indemnizaciones correspondientes, ofrecidas por el delegado de la SCT, Jorge Martín Montaño, denunció Pedro Villalobos García, comisario de “Cinco Colonias”.
Relata que en 1929 fue inaugurado el aeropuerto y aunque ha tenido diversas adecuaciones y modernizaciones hasta convertirlo en las instalaciones actuales que reciben su nombre oficial en homenaje al jurista, creador del juicio de amparo, Manuel Crescencio García Rejón, pero fue precisamente en 1968, es decir hace medio siglo, cuando la terminal área tuvo una remodelación y ampliación importantes, realizadas sobre los predios motivo del litigio entre alrededor de 350 campesinos y las autoridades federales, representadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Fue mediante decreto del 24 de noviembre de 1993, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 14 de enero de 1994, que “se expropió por causa de utilidad pública una superficie de 204-23-68 hectáreas de terrenos ejidales del poblado de Chuburná, Municipio de Mérida, a favor de la SCT, para la ampliación del Aeropuerto de Mérida”, indica el documento.
“Muchos de los campesinos que fueron despojados de sus tierras, ya están en el otro mundo” dice con un dejo de amargura Pedro Villalobos García, comisario de “Cinco Colonias”.
Y advierte que quienes siguen en pie, comisarios, campesinos que originalmente han sido propietarios de los predios así como de los descendientes de quienes ya no están presentes, “vamos a seguir luchando porque se cumpla con el pago de la expropiación de las 204 hectáreas”
“Nosotros no hemos hecho nada fuera de la ley, sino reclamar lo que por derecho nos corresponde, al acudir a los tribunales agrarios, al poder judicial; insistir ante la delegación de la SCT y hasta pedir la intervención del poder legislativo” agrega el líder ejidal.
En este ir y venir en busca de justicia, cuando han caído en la desesperación de ver que pasan los meses y los años, y se han manifestado ante la SCT y en las propias instalaciones del Aeropuerto sin afectar sus actividades diarias.
A pesar que el Tribunal Agrario ha llevado con extrema lentitud el caso de los ejidatarios de Cinco Colonias, al final esta dependencia al igual que en su momento lo hiciera un juzgado federal, “nos han dado razón a los campesinos”, no obstante del pago no vemos nada.
Entre otros afectados Cruz Hilario Carrillo y Leonardo Mena, que en diferentes periodos también han sido representante ejidales, recordaron que en el 2013, el delegado de la SCT en Yucatán Jorge Martín Montaño Michael había acordado con los campesinos iniciar un calendario de pagos hasta completar 500 millones de pesos que era el avalúo de las tierras durante la expropiación.
Pero pasando sobre su propia palabra, de nuevo todo fue un engaño para evitar las manifestaciones de los ejidatarios.
Los ejidatarios aseguraron que a pesar de lo que se ha dicho durante varios años desde que se concluyó la ampliación de la central aeroportuaria, ellos no han recibido un solo peso del costo acordado con la dependencia.
Pasados los años y luego de una actualización en el avalúo de los terrenos, el cual dijo quedó en 900 millones de pesos por 204 hectáreas, aunque los labriegos siempre han expresado su postura de escuchar ofertas y entrar en negociaciones serias con la dependencia federal.
Los afectados muestran una serie documentos con los cuales acreditan la propiedad de los predios, además de 18 hectáreas más, las cuales han sido ocupadas de manera ilegal para construir viviendas
Sobre la porción invadida para viviendas, mencionaron que han acudido muchísimas veces al Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY) en donde el titular César Escobedo, les ha dado “largas y compromisos que no ha cumplido” mientras el problema de las invasiones sigue avanzando.
Los representantes de los campesinos, indicaron que una vez instalado el nuevo gobierno buscarán un acercamiento con los nuevos responsables de la SCT, específicamente a Javier Jiménez Espriú titular de la dependencia federal, a quien seguramente la ineptitud de quienes han estado en la Secretaría, heredará lo que llamaron una “papa caliente”.
“Pero que sin duda se debe resolver, confiamos en las autoridades y en el cambio que nos han prometido, en desterrar la corrupción y regresarle al campesino lo que por derecho le corresponde”, indicaron. La Verdad Noticias