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La arquidiócesis de Yucatán espera que se cubra el pago de seguro por el derrumbe y pérdida de la iglesia de Nahbalam, obra del siglo XVII, para que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), determine el mecanismo para su recuperación, señaló el Obispo Auxiliar de la arquidiócesis Pedro Mena Díaz.
El Prelado habló sobre los problemas que tienen más de 300 iglesias que están bajo custodia de la arquidiócesis de Yucatán y requieren de trabajos de mantenimiento, restauración y protección, ya que están considerados monumentos históricos y patrimonio de la nación.
Mena Díaz, arquitecto de profesión manifestó que se han hecho todos los trámites para el seguimiento jurídico del pago del seguro que cubre la protección de este tipo de edificios y construcciones antiguas, pero hasta el momento no se ha cubierto este seguro.
Enfatizó que las empresas aseguradoras aún están en el procedimiento de cubrir ese pago, por lo que, habrá que esperar para que completen la cobertura sobre el edificio que se vino abajo en Nahbalam.
“De manera inmediata la arquidiócesis está preocupada por atender otras parroquias, como son: Chan Cenote, en el municipio de Tizimín, además de rescatar, Ek Balam y la iglesia de Petulillo en Peto”, añadió.
En cada caso, es preciso avanzar muy rápido debido al deterioro que ya presentan estas construcciones, muchas de ellas edificadas en el siglo XVII y XVIII, algunas que fueron dañadas durante la época de la Guerra de Castas, otras más que han podido tener mantenimiento gracias al apoyo de los feligreses de cada comunidad.
En este momento, la arquidiócesis atiende unas 300 iglesias en Yucatán que son monumentos históricos, en algunos casos son pequeñas y retiradas, como es el caso de Petulillo. Si bien, tiene una pequeña población, está en uso, la comunidad asiste y se conservan ahí importantes retablos, obras, pinturas.
“Todas las iglesias reciben mantenimiento, cada comunidad aporta pequeños recursos para la conservación de su templo. Es responsabilidad de cada párroco darle atención a su iglesia y muchas de estas obras se realizan con donaciones, aportaciones y recursos que ofrecen las personas de cada población, incluso los presidentes municipales, cuando se puede, el gobierno del estado y la federación”, argumentó el clérigo.
El Obispo Auxiliar, destacó que a lo largo de la historia se han dado incidentes, como el que se presentó en Nahbalam.
“Tenemos reportes de derrumbes y accidentes desde hace más de 150 años, como sucedió en Dzidzantún, que tuvo un seguimiento por el párroco de la iglesia en ese tiempo y reportaba constantemente grietas, falta de mantenimiento y problemas que se acumulaban, hasta el hecho del accidente”, añadió.
El tratamiento que reciben es a base de cal y polvo de piedra, porque así fueron edificadas.
“En algún momento la catedral de Mérida fue impermeabilizada y fue preciso retirar todo el trabajo, ya que los muros absorben la humedad y es importante que “respiren”, señaló.
“Deben expulsar la humedad que acumulan y cuando no se realiza el procedimiento adecuado, acumulan demasiada y se nota en los techos, hasta provocar desprendimiento de plafones en su interior”, agregó.
Argumentó que la arquidiócesis, espera poder recibir los recursos económicos del pago del seguro de esta construcción e intervenir el edificio, a través del INAH y buscar apoyos para atender otras edificaciones que requieren mantenimiento, señaló.
Fuente Revista yucatán
