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Chihuahua.- La tarde del miércoles un trágico accidente tuvo lugar en Chihuahua, pues un bebé de dos años murió después de ingerir cloro en una casa ubicada en el rancho San Diego, del seccional Álvaro Obregón, informan medios locales.
La mamá del nene, identificada como Luz Yolanda, de 17 años, contó que se encontraba haciendo tareas del hogar cuando el pequeño le pidió comida, por lo que fue a preparar el alimento.
Cuando volvió, encontró una terrible escena: el pequeño Hugo estaba llorando y tenía una botella de cloro en la mano.
Al percatarse de que la vida de su niño estaba en peligro, la desesperada madre salió del rancho San Diego, ubicado en en el campo menonita 108 y se dirigió hasta la comandancia de la Cruz Roja, en el campo 101, donde llegó con su bebé en brazos y solicitó atención de paramédicos.
Los médicos revisaron al pequeño Hugo Ernesto, sin embargo era tarde, pues ya no tenía signos vitales.
Los paramédicos informaron que a pesar de los intentos por reanimar al menor, no fue posible que el pequeño volviera a la vida.
Personal de Investigación de la Fiscalía de Distrito Zona Occidente dio fe de haber visto el cuerpo sin vida de un niño en la camilla de una ambulancia en el exterior de Cruz Roja del campo menonita 101.
El personal de Servicios Periciales y Ministerio Público se hicieron cargo de las diligencia correspondientes y el cuerpo fue traslado al Servicio Médico Forense.
- La madre fue a preparar comida para su hijo, cuando volvió, encontró una terrible escena
Chihuahua.- La tarde del miércoles un trágico accidente tuvo lugar en Chihuahua, pues un bebé de dos años murió después de ingerir cloro en una casa ubicada en el rancho San Diego, del seccional Álvaro Obregón, informan medios locales.
La mamá del nene, identificada como Luz Yolanda, de 17 años, contó que se encontraba haciendo tareas del hogar cuando el pequeño le pidió comida, por lo que fue a preparar el alimento.
Cuando volvió, encontró una terrible escena: el pequeño Hugo estaba llorando y tenía una botella de cloro en la mano.
Al percatarse de que la vida de su niño estaba en peligro, la desesperada madre salió del rancho San Diego, ubicado en en el campo menonita 108 y se dirigió hasta la comandancia de la Cruz Roja, en el campo 101, donde llegó con su bebé en brazos y solicitó atención de paramédicos.
Los médicos revisaron al pequeño Hugo Ernesto, sin embargo era tarde, pues ya no tenía signos vitales.
Los paramédicos informaron que a pesar de los intentos por reanimar al menor, no fue posible que el pequeño volviera a la vida.
Personal de Investigación de la Fiscalía de Distrito Zona Occidente dio fe de haber visto el cuerpo sin vida de un niño en la camilla de una ambulancia en el exterior de Cruz Roja del campo menonita 101.
El personal de Servicios Periciales y Ministerio Público se hicieron cargo de las diligencia correspondientes y el cuerpo fue traslado al Servicio Médico Forense.
