VALLADOLID.- Hablar de Néstor Aguilar Pérez, de 92 años, es hablar de una gran parte de la historia contemporánea de Valladolid, es un ícono de la historia y recuerdos de esta tierra que lo vio nacer y gran parte de los aconteceres vallisoletanos.
Es el cronista más longevo y autor del libro “Valladolid en la nostalgia” y coautor de otro titulado “Valladolid, una ciudad, una región y una historia”.
En intresante entrevista, narró algunas de los sucesos relevantes de esta ciudad:
-Valladolid ya cambió mucho, antes era más tranquila, las diversiones que habían en esta ciudad eran el cinema “Regis”, los billares, las cosas chuscas que sucedían en nuestra urbe, los bailes y de vez en cuando llegaban orquestas famosas de la época, así como las verbenas en los barrios cada fin de semana y las bachatas (bailes con vitrolas o tocadiscos) que se realizaban después de las novenas que se le hacían a los santos y vírgenes en distintos predios de esta ciudad -renmemora.
"En 1946 empezó a tocar una banda en el parque Francisco Cantón Rosado, dirigida por un señor conocido como “Pelleta” y mientras tocaba los muchachos de aquella época le daban vueltas por la parte de adentro del parque", dice Don Néstor. Relató que en la época en que era Gobernador del Estado el vallisoletano José María Iturralde Traconis, llegó esta ciudad un señor llamado Manuel García, “Rábano”, a realizar los trabajos de mecánico de la maquinaria que iba a aplanar la calle 40, primera calle adoquinada, la cual empezaba desde la estación del tren hasta las puertas del palacio.
-Háblenos de la primera mestiza de la fuente del parque -comentamos.
"La primera mestiza que hubo en el parque principal tenía un vestido de colores tradicionales y en 1949 se mandó a poner un Obelisco, en su lugar, acto que fue muy criticado por la gente de aquella época", dijo con una mente lúcida envidiable.
Respecto a política, hizo un comentario de que las autoridades de antes en esta ciudad eran electas por el pueblo mediante recuentos, para lo cual se ponían dos puntos de votación, uno el barrio de Candelaria y otro en el barrio de Sisal.
Dijo que el único presidente de esta ciudad que no fue electo por el pueblo fue don “Chago” Centeno, pues este fue nombrado directamente por el Gobernador de Yucatán de ese entonces, el vallisoletano Ernesto Novelo Torres.
Habló también sobre el primer sindicato de taxistas, Adalberto Aguilar Osorio (nombre de su papá), cuya fundación se aprobó el 14 de diciembre de 1946 y el 4 de enero de 1947 se inauguró con el discurso del mismo líder Adalberto Aguilar Osorio, donde se dijo, entre otras cosas, que los miembros integrantes de este nuevo sindicato descansarán en manos de la directiva joven formada por hombres comprometidos y que el servicio a la ciudad de Valladolid sería con buenos taxis y excelente atención y cortesía.
-Algún día se multiplicarán los taxis, y no será el primer sindicato, pero sí el segundo en el Estado. “La semilla que hoy 4 de enero se planta en la tierra, tierra fértil que la cubrirá y dará frutos” finalizó.-(Nota escrita por Manuel Vázquez Rivero, para Por Esto!).
