Sofía Vázquez, víctima de presunto abuso sexual por parte de un Hermano Lasallista, decidió hacer pública su denuncia, después de dos años de este proceso, cuando estudiaba en el Instituto Francés de La Laguna (IFL)y decidió irse voluntaria en este plantel.
Explica que recibía clases de evangelistas y católicos para que estuviera preparada para salir a las comunidades más alejadas, que no tuvieran la cercanía de un sacerdote, es lo que constituía su voluntariado.
Había una relación cercana de la familia con el profesor, de hecho ofició la misa de los 25 años de casados de sus padres con una bendición papal que consiste en la firma del Papa que felicita al matrimonio por esos 25 años de unión.
El Hermano Lasallista, dado su papel de director, ejercía cierto poder de manipulación en el internado de El Salto.
En el 2016, como director del instituto, el maestro ponía las normas a los voluntarios y la cita en el centro comunitario en El Salto, Durango, donde le ordenó despojarse de su vestimenta, “por su bien, sin buscar ningún beneficio, soy un hermano lasallista”.
Narró que así se fueron dando varias sesiones, pidiéndole que cada vez se quitara más ropa, hasta llegar al abuso, de lo contrario no le iba a ayudar, por lo que decidió abandonar la casa del voluntariado.
Al contar lo sucedido a sus compañeras, se dio cuenta de que también estaban pasando por lo mismo, hecho que la obligó a contarle todo a sus padres, quienes denunciaron los hechos a los directores del Instituto Francés de La Laguna.
Sofía lo que busca al hacer pública de su denuncia, es que las víctimas hablen para que se haga justicia y que el daño que hizo el Hermano Alejandro no quede impune.