(apro).— Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto fueron asesinados en el país 26 sacerdotes y dos más están desaparecidos, según el informe “Evaluación del sexenio 2012-2018”, elaborado por el Centro Católico Multimedial (CCM).
“En el sexenio 2012-2018 la paz es la gran ausente en muchas regiones y localidades del país. Para el sacerdocio católico en México ha sido una tragedia: en los últimos seis años, 26 presbíteros perdieron la vida de forma violenta”, indicó el CCM.
Menciona que las cinco entidades donde se dio el mayor número de asesinatos y agresiones contra sacerdotes y agentes de evangelización son: la Ciudad de México, Guerrero, Veracruz, Chihuahua y Michoacán.
“Los crímenes contra sacerdotes no son propiamente de persecución religiosa por odio a la fe; en la mayor parte de los casos hay rasgos de una nueva forma de hostigar violentamente la acción pastoral de sus agentes evangelizadores; cuando se agrede, desaparece o ejecuta a un sacerdote, se introduce ´un elemento de desestabilización social´, dando lugar al crecimiento del temor, de la impunidad y la violencia en diversas entidades del país”.
Una de las principales causas que enumera el CCM como factor de asesinato de los prelados está que resultan “incómodos” cuando denuncian las “carencias” que se viven en varias regiones del país.
Otra causa es por “sus choques contra los poderes políticos en turno”.
Y por último –dice el informe— es porque son “blanco fácil” para los grupos criminales, pues el párroco generalmente lleva una “vida solitaria” y va atender pastoralmente a las personas “sin tener medida de seguridad alguna”.
El reporte menciona los nombres de los 26 sacerdotes asesinados en el sexenio de Peña Nieto.
Víctor Manuel Diosdado, José Flores Preciado, Ignacio Cortez Álvarez, Hipólito Villalobos, Joel Román Salazar, John Ssenyondo, José Ascencio Acuña, Rolando Martínez Lara, Gregorio López Gorostieta, Francisco Javier Gutiérrez Díaz.
Erasto Pliego, Israel Garrido, Alejo Nabor Jiménez, José Alfredo Juárez, José Alfredo López, Felipe Altamirano, Joaquín Hernández, Luis López Villa, José Miguel Machorro, Germaín Muñiz, Iván Añorve, Rubén Alcántara, Juan Miguel Contreras, José Moisés Fabila, Ícmar Arturo Orta y Miguel Gerardo Flores.
Mientras que los dos sacerdotes de cuyo paradero no se sabe son Santiago Álvarez Figueroa y Carlos Órnelas Puga.
El CCM, la instancia que elaboró el reporte, detalla cronológicamente las fechas, los lugares y las circunstancias en que se dio cada caso.
A cargo del religioso Omar Sotelo, el CCM también presenta en su reporte los atentados perpetrados contra instalaciones eclesiásticas, como el atentado contra la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), perpetrado la madrugada del 25 de julio de 2017.
Igualmente, menciona el “ataque” a la casa del cardenal Norberto Rivera Carrera, en la colonia Florida de la Ciudad de México, realizado el 21 de octubre de 2018, cuando resultó muerto un guardia del cardenal.