Gracias a la fortaleza de Rudolph, un cachorro mezcla de labrador y pitbull de ocho meses, ahora podemos afirmar con seguridad que la vida sí da segundas oportunidades.
Rudolph, un perrito de a penas ocho meses, iba a ser sacrificado la semana pasada debido al hacinamiento que registraba el refugio en el que vivía, en la ciudad estadounidense de Oklahoma.
Ahí, un veterinario le inyectó medicinas para quitarle la vida y dejarlo morir. Sin embargo, cuando volvió, encontró que Rudolph seguía despierto y con vida , por lo que no quiso intentarlo nuevamente.
Luego de este episodio, Rudolph fue trasladado al refugio King’s Harvest Pet Rescue No Kill Shelter en Davenport, Iowa, donde empezó a gestionarse su adopción.
Lo trajimos con la esperanza de que alguien lo adoptara y le diera una segunda oportnidad en la vida. Si estás intersado en este joven adorable, ven a conocerlo”, publicó el albergue en su página de Facebook.
En menos 24 horas, el refugio acumuló decenas de mensajes de personas interesadas en adoptarlo.
Es un perro milagroso, absolutamente. Nunca he oído hablar de algo así”, dijo Kylie Jo Mitchell, empleada del refugio, a periodistas de WQUAD.
El sábado pasado, Rudolph fue finalmente adoptado y ya vive su segunda oportunidad con un nuevo dueño.
Reportes de perros que sobreviven a la eutanasia han circulado anteriormente en medios estadounidenses. En 2011, la cadena televisiva ABC reportó sobre un cachorro de Oklahoma que sobrevivió a inyecciones que, se supone, debieron ser fatales.
El periódico Austin American-Statesman reportó sobre un perro en Texas que fue rescatado a la orilla del camino después de quedar ciego, probablemente tras un intento de eutanasia fallido.
Con información de USA Today