Una mujer de más de 147 kilos de peso fue sentenciada a
cadena perpetua en Florida por la muerte de su prima de 9 añossobre la que se
sentó más de cinco minutos para castigarla por su mal comportamiento,
informaron hoy medios locales.
De acuerdo a Vanguardia, Veronica Green Posey, de 64
años, fue sentenciada este fin de semana a cadena perpetua tras ser
encontrada culpable de asesinato en primer grado y crueldad infantil por un
jurado del condado de Escampia, en el extremo noroeste de Florida.
Los hechos sucedieron en 2017 en casa de Grace Joan Smith y
James Edmund Smith, padres de la niña fallecida, identificada como Dericka
Lindsay, y tíos de la condenada por homicidio, a la que habían pedido ayuda
para castigar a su hija, que estaba "fuera de control”.
Los Smith fueron también detenidos y el marido sentenciado a
diez años de cárcel por los delitos de crueldad y negligencia infantil y su
implicación en la muerte de la niña por asfixia.
La madre de la niña afronta también cargos, pero fue
declarada incompetente mental y físicamente para un juicio.
La autopsia practicada a la menor reveló que Dericka
tenía hematomas graves en las nalgas por golpes, heridas que se
describieron como "lesiones sobre lesiones, sobre lesiones", recogió
el diario Pensacola News Journal.
La procuradora adjunta del estado, Amy Shea, dijo que el día
de la muerte de Dericka, Posey fue despertada de su sueño por una llamada
telefónica de Grace Smith que decía que Dericka y su hermana de 8 años estaban
fuera de control.
Posey se presentó en la vivienda de los Smith en la
localidad de Pensacola y ayudó a Grace Smith a azotar a Dericka. Mientras
Dericka luchaba, Posey se sentó sobre ella.
Según las autoridades, Dericka gritó dos veces que no podía
respirar, pero Posey se mantuvo sentada sobre ella más de cinco minutos y, al
incorporarse, se dio cuenta de que Dericka no respiraba, por lo que llamó a la
línea de emergencia 911.
La niña fue trasladada de emergencia a un hospital, donde no se pudo hacer nada por salvar su vida.