La medicina reproductiva cada vez pone más atención a la
salud masculina. La última revisión científica publicada a finales de 2017 por
la revista Human Reproduction Update, trajo malas noticias: el semen de
los hombres occidentales es peor ahora que hace 40 años.
Diversos estudios apuntan a que esta reducción se debe al
contacto con químicos que inhiben la salud endocrina de los hombres, publica el
portal Televisa News.
De acuerdo con el estudio, que es la única prueba
convincente sobre el tema, la concentración espermática (o sperm count, como se
conoce comúnmente en inglés) en el ‘mundo occidental’ ha pasado de una media de
99 millones de espermatozoides por mililitro en 1973, a 47.1 millones en
2011. Esto significa que existe un declive del 52.4 por ciento.
Sin embargo, el descenso es aún más marcado en otra
variable: de los 337.3 millones de espermatozoides por eyaculación medidos en
la década de los 70, se ha pasado a una cuenta de 137.5 millones en 2011, lo
que significa una reducción promedio de 59 por ciento.
La cifra parece preocupante. Sin embargo, Human Reproduction
Update explica que los 137.5 millones de espermatozoides entran en el rango
normal para la cuenta promedio de esperma.
Allan Pacey, un profesor de andrología de la Universidad de
Sheffield, expresó al Science Media Centre que la concentración espermática
promedio fue de “normal’, 99 millones de espermatozoides por mililitro, a
‘normal’, 47 millones de espermas por mililitro”. Además, comentó que los
doctores no se preocupan por infertilidad sino hasta que la variable cae
por debajo de los 15 millones de espermas.
Nada de qué preocuparse
Epidemiólogos, andrólogos y doctores especializados en
fertilidad que trabajan con la salud reproductiva masculina han afirmado a
medios de comunicación que la concentración espermática no se ha reducido en
sus pacientes.
El estudio de 2017, realizado por la Universidad Hebrea y la
escuela médica Mount Sinai, tomó en cuenta a 43 mil hombres de todo el mundo,
incluyendo América del Norte, Europa, Oceanía, América del Sur, Asia y África.
De acuerdo con los resultados, la reducción espermática se
dio en Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda.
Sin embargo, en América del Sur, Asia y África se
registraron aumentos de la concentración espermática, incluso en individuos que
han sido padres.
“No vimos declives significativos en estudios de América del
Sur, Asia y África”, explica el reporte. “Basándonos en los resultados
proporcionados, mientras que no es posible determinar una tendencia a la baja
en los países no occidentales, estos datos no observan un declive marcado como
el de los países del Oeste”, establece el estudio en sus conclusiones.
Esta es la explicación
Los científicos creen que el mayor factor para esta
separación regional entre el aumento y la disminución de concentración
espermática se debe al auge de la industria química del siglo 20 en el mundo
occidental.
La hipótesis inicial es que hay un incremento vasto en
el número y volumen de químicos que han entrado al medio ambiente y el
entorno durante los últimos 50 años”, declaró Jorge Chavarro, un epidemiólogo
enfocado en fertilidad.
Químicos provenientes de la elaboración de los plásticos,
como el bisfenol A (BPA), bisfenol S (BPS) y los ftalatos funcionan como
“disruptores hormonales” que pueden interferir con el sistema endocrino e
inhibir los efectos de la testosterona.
Se ha comprobado que los hombres que están expuestos a
disruptores hormonales como los anteriores, incluso desde que están en el útero
de su madre, tienen a producir menos testosterona y menos esperma.
Televisa News