Luego de 10 años de trabajo, la Policía Federal (PF) se despedirá del país con un historial que incluye miles de personas detenidas, millones de pesos, dólares y euros asegurados, así como toneladas de droga decomisadas, armas y granadas recuperadas por montón, y diversos vehículos arrebatados al crimen organizado.
También dejará de existir después de que organizaciones sociales y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señalaron a esta dependencia por haber cometido crímenes en contra de la población. Documentos obtenidos por EL UNIVERSAL a través de solicitudes de información revelan las acciones más importantes de la PF desde 2009.
Aunque se trata de una institución que tiene sus antecedentes en el siglo anterior, fue hasta la mitad del sexenio del ex presidente Felipe Calderón cuando adoptó su nombre actual y recibió facultades para realizar investigación preventiva, colaborar con la antigua Procuraduría General de la República (PGR) y auxiliar a las policías municipales y estatales.
Sin embargo, existen señalamientos contra elementos de la corporación por su presunta participación en casos de tortura y otros delitos graves.
El último que se dio a conocer fue el de las omisiones en las que incurrió la PF en la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Por estos hechos, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) abrió una línea de investigación y anunció que se castigará a quienes hayan tenido que ver en el ilícito.
Además, este año la CNDH emitió más de cinco recomendaciones a la SSPC por tortura y detenciones arbitrarias cometidas por la Policía Federal.
El cuerpo de seguridad se convirtió en uno de los principales brazos del gobierno en el combate al narcotráfico. Su actuación tuvo como resultado la captura de 290 mil 350 presuntos delincuentes en flagrancia o por mandato judicial.
Expertos consultados destacaron algunas operaciones del cuerpo de seguridad, entre ellas las realizadas contra Servando Gómez, "La Tuta"; las capturas de Joaquín "El Chapo" Guzmán y de Édgar Valdez, "La Barbie", sicario del "Cártel de Sinaloa" y "Los Beltrán Leyva". Para realizar estas tareas, la PF sumó a más de 31 mil personas a sus filas.
Desaparición, un error". David Blanc, especialista en temas de seguridad e investigador de Causa en Común, lamentó la desaparición de la PF y su integración a la Guardia Nacional, pues, consideró, era la policía mejor capacitada y con más confianza entre la ciudadanía.
"Sin duda alguna, esta pérdida debilitará al Estado, a la democracia y, sobre todo, al país. ¿Qué perdemos? Una inversión de dinero muy grande, infraestructura y la poca tecnología que se desarrolló en materia de inteligencia.
"No obstante, eso no es lo más grave, sino la claudicación política de que no contamos con un proyecto civil en materia de seguridad pública", indicó.
Las declaraciones de David Blanc coinciden con las cifras obtenidas vía transparencia, donde se observa que la División de Fuerzas Federales integró a 5 mil 594 elementos entre 2011 y 2012, pero en 2018 sólo fueron 114.
En el caso de la División de Gendarmería, esta unidad sumó 5 mil 218 activos en sus primeros dos años de operación y en 2018 sólo reclutó a 61.
El experto agregó que la desaparición de la dependencia no es algo que sorprenda, porque "desde el sexenio anterior sufrió un abandono. Esto permitió que el nuevo gobierno destruya lo que ya estaba muy debilitado".
Aunque varios de sus operativos fueron exitosos, al final del día la PF se vio inmiscuida en irregularidades; por ejemplo, a algunos de sus elementos se les investiga por ejecutar a 16 civiles en Apatzingán, Michoacán, en 2015.
Juan Francisco Torres, secretario del Consejo de México Unido Contra la Delincuencia, opinó que aunque la institución estuvo inmiscuida en violaciones a derechos humanos, su desaparición "es una pésima noticia, fruto de la improvisación, porque va contra lo ofrecido en campaña y de las mejores recomendaciones que distintas voces han dado por muchos años".