La reforma en pensiones que busque hacer México debe tener consensos en aspectos como elevar las aportaciones y la edad de retiro, consideró Gustavo Demarco, economista líder del Banco Mundial.“Si no hay un consenso social que determine que la población está dispuesta a pagar cierta tasa de cotización para tener un cierto nivel de beneficio, aparecen problemas tanto en los sistemas de reparto como de capitalización”, dijo a El Economista.
A su parecer, no existe una sistema bueno ni malo al querer comparar los sistemas de reparto y los sistemas de capitalización, que se refiere al sistema de cuentas individuales como el que manejan las administradoras de fondos para el retiro.
Explicó que el problema de los sistemas de reparto es que prometen, en la mayor parte de los casos, más de lo que realmente pueden pagar en pensiones; mientras que el problema de los sistemas de capitalización es que no prometen nada, pero la gente se genera altas expectativas.
“Cuando las expectativas se ven frustradas y la gente ve en realidad que no tendrá la pensión que esperaba, reacciona y ocurre lo que ha pasado en Argentina, Chile u otros países (...) Idealmente no hay sistemas buenos o malos por naturaleza”.
Señaló que los sistemas de capitalización tienen la bondad de que se ajustan automáticamente a los cambios demográficos y que no presentan inconsistencias paramétricas como los de reparto. Indicó que si las pensiones que ofrecen son bajas, es porque las tasas de cotización son bajas, pero “a veces la gente no acepta eso”.
Edad de retiro debe elevarse
Con respecto a cómo debe manejarse el aumento de la edad de retiro, consideró que el no querer elevar la edad de retiro que se ha tenido en los últimos 20 años, a pesar del crecimiento demográfico y esperanza de vida, es como no creer en la fuerza de la gravedad.
“El aumento de la expectativa de vida tiene que hacer que la gente tenga carreras más largas y cotice en periodos más largos, si no se quiere hacer esto es casi como pretender que no funciona la fuerza de la gravedad”, expresó.
Destacó que los países que busquen hacer reformas a sus sistemas de pensiones deben incluir necesariamente los ajustes a la edad de retiro, pues no se puede mantener la misma edad que se pensaba hace 20 años, ya que la gente cada vez vive más.
“La gente piensa que se debería jubilar a los 60 o 65 años, cosa que hoy no es posible sin sacrificar sustancialmente los niveles de pensión. Mantener la edad de retiro que existía hace 20 años significa que se está dispuesto a aceptar pensiones más bajas”.
Genera tensión elevar edad de retiro
Recientemente, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, comentó que, para subir la edad de retiro (actualmente en 65 años), como lo han hecho diversos países del mundo ante el incremento de la esperanza de vida, primero será necesario hacer consensos tanto con los organismos empresariales, los fondos de pensiones y los trabajadores.
“No vamos a hacer ninguna medida de estas si no es consensuada con los trabajadores, va a ser parte de la agenda que estaremos discutiendo en el siguiente año y medio”.
En medio del debate público y ante dichos comentarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador determinó que mientras él sea mandatario no se elevará la edad de retiro.
La edad de retiro será uno de los temas que tendrá que evaluar el grupo de trabajo que se conforme para realizar una propuesta de reforma en pensiones. Dicho grupo se creará una vez que sean aprobados los cambios a la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro.
