"Estoy triste. Pero sé que descansan en paz y estarán
juntos para siempre", mencionó Sue Wagener, la sobrina de una pareja
que falleció el mismo día, tras pasar casi 65 años juntos.
Jack y Harriet Morrison se conocieron en 1955, cuando Jack
trabajaba de conductor de autobús y Harriet acompañó a su padre en un viaje de
la orquesta donde tocaba. Jack la invitó a cenar y "luego no se separaron
nunca más", cuenta Wagner, que detalla que se casaron apenas seis meses
después de su primera cita. Los Morrison criaron a sus dos hijos y a su sobrina,
además de gestionar una empresa de autobuses.
En 2019 Harriet sufrió una caída mientras paseaba a su
perro y se rompió la cadera. La lesión, unida a una demencia, fueron las
causas que la llevaron a la residencia de ancianos The Woodlands of
Arnold.
Poco después Jack también sufrió una caída y se
fracturó el cuello. Desde ese momento, la pareja residió en el mismo
geriátrico en habitaciones en el mismo pasillo.
Su estado de salud se fue deteriorando hasta que, el día que
se produjo la muerte, el personal de la residencia trasladó a Jack al cuarto de
su esposa para que ambos pudieran estar sus últimos momentos de vida
juntos.