El robo de energía en la Península no es un tema
nuevo, ya que año con año se registran grandes pérdidas en ese
sentido, en su mayoría por el uso de los llamados “diablitos” o por el cambio
de medidores.
Ante ello, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realiza
las inspecciones y aplica las sanciones correspondientes.
El Código Penal Federal (CPF), en el Capítulo I, artículo
368 fracción II y 368 Bis referente al robo, establece que se sancionará el uso
o aprovechamiento de energía eléctrica, magnética, electromagnética, de
cualquier fluido, o de cualquier medio de transmisión, sin derecho y sin
consentimiento de la persona que legalmente pueda disponer de los mismos, con
pena de tres a 10 años de prisión y hasta mil días de multa.
Durante este año y al corte de octubre pasado, el uso
inadecuado de la energía eléctrica en la entidad ha generado pérdidas de
más de ocho millones de pesos, lo que representó el registro de 500
millones 537 mil 218 kilovatios-hora (KWh).
Con base en datos de la CFE, la capacidad de energía mal
utilizada equivale al 8.3 por ciento de la generación total de
energía en la entidad; en Campeche el porcentaje es de 10.2, en tanto que en
Quintana Roo es del 7.7 por ciento, lo que coloca a este Estado en el índice
más bajo de la Península.
El problema no es algo particular del territorio estatal,
pues a nivel peninsular, éste asciende a 11 mil 141 casos detectados por irregularidades.
En el caso de Yucatán el índice es menor que en los otros dos estados, al
registrar mil 891 en comparación con los dos mil 819 casos de
Campeche y los seis mil 431 en Quintana Roo.
Servicio doméstico
En Yucatán, el giro en el que hay mayor pérdida es
en el del servicio doméstico con mil 430 casos que
representan 75.6 por ciento, seguido del comercial e industrial con 392
casos, y por servicios y riego con 69, que representan
el 20.7 y 3.6 por ciento, respectivamente.
A pesar de estos datos, solo se han presentado nueve
denuncias por uso indebido de energía eléctrica ante la Fiscalía General
de la República en la entidad.
El año pasado, la CFE presentó 300 denuncias ante
este mismo organismo federal de las cuales, cero fueron procesadas, 149 pagadas
y en 151 no se ejerció acción penal alguna.
Cabe destacar que la paraestatal mantiene un programa
permanente de brigadas que realizan revisiones de manera aleatoria en los
domicilios del Estado, para revisar las instalaciones eléctricas y asegurarse
que no existan alteraciones o usos indebidos del flujo eléctrico.
De igual modo, implementó los medidores digitales que en comparación con los electromecánicos, que ya no se fabrican, reducen las posibilidades de robo de energía mediante los ya conocidos “diablitos”.