WASHINGTON.— Los empleadores en Estados Unidos han utilizado
desde hace tiempo las sanciones financieras para tratar de presionar a los
fumadores para que dejen el cigarrillo, pero estudios recientes indican que
estos programas de bienestar quizás no puedan mejorar la salud de los
trabajadores ni reducir los costos totales de los patrones.
A partir de este mes, la empresa de alquiler de camiones
U-Haul examinará a las personas que consumen tabaco o nicotina al hacer nuevas
contrataciones en ciertos estados de Estados Unidos. Este enfoque inusual
tiene como objetivo generar ahorros en los gastos de salud.
La American Cancer Society recomienda a los
empleadores que se concentren en lugares de trabajo libres de humo y en
programas integrales para dejar de fumar, en lugar de penalizar a los fumadores
con cargos o prácticas de contratación excluyentes.
Los gastos que hacen los empleadores para combatir el
consumo del tabaco por parte de su personal agregan casi 170 mil millones
de dólares a los egresos de compañías y del gobierno cada año, calculan
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados
Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
Además de eso, los empleadores pierden 156 mil millones de
dólares al año debido a la pérdida de productividad a causa del cigarrillo y
sus efectos nocivos.
Aproximadamente el 70% de los grandes empleadores ofrecen
programas de bienestar físico para ayudar a sus empleados a dejar de fumar.
Tales programas suelen incluir consultas con expertos, medicamentos y pastillas
o parches de nicotina.
Una cuarta parte de las grandes empresas ofrecen otro
incentivo para sus empleados fumadores: cobrarles más en sus programas de salud
si no dejan de fumar. La cuota puede ascender a unos 600 dólares al año, según
la firma consultora Mercer, que diseña planes de salud corporativos.
Aproximadamente el 10% de los empleadores ofrecen otros incentivos, como un
sistema de puntos que pueden ser canjeados por premios.
A pesar de que las empresas en promedio gastan 8 mil
millones de dólares al año en programas de bienestar, numerosos expertos
coinciden en que no hay pruebas de que tengan gran resultado.
"No hay evidencia alguna de que estos programas
realmente estén haciendo que una persona fume menos o coma menos o haga más
ejercicio", comentó Karen Pollitz, quien evalúa planes de salud y
pólizas de seguro para la Kaiser Family Foundation. "Algunos estudios
han detectado mejoras a corto plazo, pero nada sostenido".
Si bien algunas empresas reportan ahorros gracias a los
programas de bienestar, varios expertos señalan que ello se debe probablemente
a que los empleados más saludables tienden a ser los que participan en esos
planes y por lo tanto los resultados son sesgados.
Un estudio con base en 4 mil pacientes publicado el año
pasado en la Journal of the American Medical Association halló que
los empleados inscritos en los programas de bienestar no mostraron mejoras
significativas con respecto a los que no participaron, en un lapso de 18 meses.
Un análisis anterior de la Rand Corp. calculó que los
programas de bienestar le generan ahorros a una empresa en promedio de 157
dólares por empleado, pero ello queda prácticamente anulado por el costo de
dichos programas: 144 dólares por empleado.
Los partidarios de los programas de bienestar sostienen que
posiblemente deban pasar entre tres y cinco años para que se noten los resultados
positivos.
Fuente: AP