El sacerdote Jorge Carlos Menéndez Moguel, integrante del
Consejo de Asuntos Económicos de la Arquidiócesis de Yucatán, admitió que en
estos tiempos no han faltado personas que aprovechan las lagunas en la ley para
despojar de algún bien a la Iglesia Católica en la entidad.
“Personas bienhechoras en las cuales la Iglesia Católica
confió en algún momento para depositar en ellos propiedades, terrenos o
inmuebles católicos ante la imposibilidad de la Arquidiócesis de registrarlos
como de su propiedad por mandato constitucional, se aprovecharon y se quedaron
con alguna de ellas o los descendientes de los bienhechores de buena fe
cambiaron de parecer para quedarse con algún patrimonio logrado con esfuerzos
por la comunidad católica y los sacerdotes”, explicó.
El sacerdote se refirió al reciente desalojo mediante un
proceso de simulación y falsedades que dos personas realizaron ante las
autoridades judiciales y policiacas para tener la posesión del edificio de
Paternidad Responsable, en el rumbo de Santa Ana, sitio que la iglesia tuvo en
posesión pacífica durante más de 30 años.
Otro caso donde las personas particulares se quedaron con
bienes de la iglesia fue el centro escolar Patria, que fue construido con
aportaciones de la comunidad católica y la Iglesia, y una parte del terreno de
la capilla de la colonia Chichén Itzá de Mérida, aunque en este caso el padre
Menéndez Moguel admitió que la Iglesia construyó en terreno ajeno porque no se
verificaron los límites de propiedad.
“Estamos realizando un trabajo ‘hormiguita’ en forma
constante para tratar de ordenar y regularizar las propiedades que todavía
están a nombre de particulares”, informó. “Desconozco cuántos bienes inmuebles
están a nombre de personas bienhechoras, lo estamos verificando y atendiendo
conforme suceden este tipo de casos (en referencia al desalojo del edificio de
Paternidad Responsable). De que hay que ordenar y regularizar, hay que hacerlo,
pero depende de los recursos económicos porque son procesos que cuestan,
depende del apoyo que nos den los sacerdotes que saben cómo están las capillas
o lugares donde están”, expresó.
Un trabajo largo
Dijo que la regularización de los bienes de la Arquidiócesis
de Yucatán es un trabajo largo, cuesta dinero el cambio de propietarios y
también preocupa el pago de impuestos porque éstos no se pueden condonar y no
siempre las comunidades católicas, principalmente las comunidades rurales del
interior del Estado, tienen para solventar estos gastos.
El ecónomo de la iglesia católica yucateca recordó que hay
que distinguir entre las propiedades de la Arquidiócesis y los bienes de la
nación, porque con la promulgación de las leyes de reforma que hizo Benito
Juárez, todos los bienes de la Iglesia pasaron a formar parte de la nación, es
que así, ahora hay catedrales, basílicas e iglesias que son bienes de la
nación. “Sin embargo, el presidente Carlos Salinas de Gortari volvió a
reconocer a la Iglesia y creó la ley de asociaciones religiosas. Desde 1993 el
gobierno reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia por medio de la
Arquidiócesis o asociaciones, y les permite tener propiedades”, puntualizó.
Con este reconocimiento legal, la Arquidiócesis de Yucatán
construyó totalmente la parroquia Cristo Resucitado, en el fraccionamiento
Montecristo, y ahora es propietaria del terreno y del inmueble.
Adquisición
“Antes de 1993 muchas propiedades y terrenos que usa la
Iglesia Católica fueron adquiridas por medio de asociaciones o personas físicas
o morales, que gentilmente lo cedían a la Iglesia, como ocurrió con el local
del Seminario. Esa propiedad estaba a nombre de unos particulares y cuando se
abrió la oportunidad de que la Arquidiócesis podría ser la propietaria, se hizo
el cambio con esos bienhechores”.
El padre Manito, como le conocen cariñosamente, afirmó que
afortunadamente la Arquidiócesis de Yucatán cuenta con un equipo de buenos
abogados “que defienden hasta con las uñas lo que le pertenece a la Iglesia,
porque conocen que el patrimonio que posee la Arquidiócesis no es con fines de
lucro, sino para que cumpla con su misión de evangelización integral.
Poco a poco
El presbítero Jorge Carlos Menéndez Moguel habla de las
propiedades de la Iglesia.
“Muchas buenas personas o asociaciones están devolviendo las
propiedades que les trasladaron hace 25 o 30 años, ha tardado mucho tiempo la
regularización con el paso del tiempo, pero se hace poco a poco”, indicó.
“Pero también hay descendientes de bienhechores que cuando
se le pide que ponga a nombre de la Arquidiócesis la propiedad no quieren
hacerlo, y buscan lagunas en la ley para apropiarse del inmueble, como estamos
viendo con el despojo del edificio”.
De todos conocido
“En el caso de ese edificio, todos saben que la Iglesia
compró la propiedad hace años y ahora de manera ilegal y recurriendo a la
falsificación y falsedades se la quieren quitar”, señaló. “Pero gracias a Dios,
la Iglesia cuenta con buenos abogados para defender las propiedades católicas”.
Fuente: Megamedia