A siete meses del arranque del proceso electoral, en Yucatán
los partidos políticos ya elaboran sus listas de candidatos a los cargos de
presidentes municipales, diputados locales y legisladores federales, lo cual ya
detonó en un reacomodo de los grupos que, incluso, han enviado a sus operadores
de un partido a otro, tanto en Mérida como en el interior del Estado.
A nivel municipal, los políticos empiezan a ver con claridad
quiénes serán los candidatos a las alcaldías, y los actuales presidentes
municipales ya están negociando su reelección, y en su caso, los “delfines” a
posicionar para que se conviertan en sus sustituidos.
En el PAN, el PRI, PVEM, PRD, Morena y Movimiento Ciudadano,
principalmente, ya iniciaron las negociaciones entre sus liderazgos que buscan
una candidatura; les preocupa, entre otras cosas, que el principio de paridad
de género pueda ser impedimento para obtener las estafetas.
El nivel de interés ha sido tal que algunos liderazgos que
han fungido como alcaldes, diputados locales y otros cargos públicos ante la
falta de acuerdos en sus partidos de origen determinaron jugar desde ahora con
otros partidos, como sucede en el Partido Revolucionario Institucional (PRI)
donde en las últimas semanas ha habido renuncias para incorporarse a institutos
como el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Movimiento Ciudadano, donde
incluso les han cedido carteras “clave” en sus directivas y candidaturas.
A todo esto, los investigadores Gina Villagómez Valdez y
Efraín Poot Capetillo coincidieron en que en Yucatán hay reacomodo de los
grupos políticos porque en sus partidos ya no pueden satisfacer sus
aspiraciones ni de empleo ni de cargos públicos, y que de nueva cuenta estos
actores ven más por sus cuestiones particulares para tener una mejor posición,
que velar por los intereses de los ciudadanos.
“Estos liderazgos en los partidos a nivel local se acomodan
después de tener fuertes rupturas en su interior, fundamentalmente en el PRI,
en lugar de que pasaran a una ofensiva estructurada como partidos de
oposición”, dijo Gina Villagómez.
Consideró que “se están pulverizando y tratando de hacer
acomodos de grupos y de intereses personales, sin pensar ni en el Estado ni en
la sociedad civil, que deberían finalmente representar. Eso es lo más grave que
tenemos. Como sociedad no tenemos representantes a la altura, no se organizan
en función de las necesidades del Estado”.
La investigadora declaró que principalmente en el interior
del Estado hay “cacicazgos” económicos y políticos muy concretos, y que las
alianzas con los partidos pequeños evidencian que “se irán a cualquier partido
con tal de seguir en el erario”.
En este sentido, analizó que el cambio de partido no significa que tengan una
convicción por los principios de estos institutos, sino que son alianzas
estratégicas para obtener beneficios.
“Es histórica la forma en la que los políticos primero
buscan su bienestar personal en términos políticos y de remuneración económica,
y después representar a los intereses de grupo”, comentó.
Villagómez Valdez mencionó que lo que hacen los priistas o
los panistas que se van a los partidos pequeños es servir de comodín para los
movimientos políticos de los partidos mayores, “y esto de nuevo nos deja en una
situación de indefensión, porque no se piensa en un proyecto estructural de
Estado, como para pensar en un gobierno municipal o estatal, sino
exclusivamente en intereses de minoría. Esto es una pérdida muy importante para
el tejido social de Yucatán”.
Por su parte, Efraín Poot Capetillo analizó que el reacomodo
de los grupos políticos posiblemente les permita un avance en el ámbito
municipal, ya que las fuerzas van y vienen de uno a otro partido político, y
utilizan los membretes partidistas para la lucha para las presidencias
municipales más que por una ideología.
“Esto es una muestra de un reacomodo de las fuerzas internas
de los partidos, lo que demuestra también una crisis por la que atraviesan las
estructuras organizativas. Evidencia la crisis por la que atraviesan todos los
partidos, son los efectos tardíos del tsunami morenista a nivel nacional y que
a nivel estatal también ha cobrado factura, sobre todo en el PRI”, indicó.
Efraín Poot agregó que los políticos buscan posiciones que
les permitan influencia determinante para obtener candidaturas personales o
para sus grupos.
“Muchos de éstos no se trasladan directamente a los partidos
que son su competencia, sino institutos que han sido afines en los asuntos
electorales recientes. Son partidos que han prestado sus membretes para otros
puestos de representación proporcional, sobre todo para diputaciones. Son los
que siempre han mantenido alianzas entre sí, y que dejan abierta la posibilidad
de regresar al redil, sino les va bien en ese asunto”, declaró Poot Capetillo.
Fuente: Sipse