A tres días de concluir el Censo de Población y Vivienda 2020 que realiza en México el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), han llovido a nivel estatal, y hasta nacional, una serie de quejas sobre lo que las y los encuestadores padecen –como situaciones de inseguridad e insalubridad– en su día a día, sin que hasta el momento el instituto haya intervenido por el bien de los 5 mil de ellos, en su mayoría mujeres, quienes recorren todo el estado de Hidalgo.
Desde situaciones que abarcan la falta de artículos para evitar el contagio del Covid-19, casos de inseguridad, robo de instrumentos, jornadas de más de 10 horas, nulos días de descanso, hostigamiento sexual y laboral, así como poca sensibilidad hacia las y los trabajadores, son algunas quejas que se dan en la entidad sin que el instituto en Hidalgo haya realizado las acciones necesarias para mantener en forma los estándares de calidad para sus trabajadores en campo.
“Se está llamando a la institución pero no están haciendo caso, se han querido realizar las quejas y ni siquiera contestan al número en el que podemos hacerlo, además los mismos compañeros y compañeras están arriesgando la salud porque está el condicionamiento de que no les pagarán, o que regrese los gastos de campo, o cualquier otra situación y no es justo, y es triste que no sientan y no se den cuenta de que es una pandemia, no es cualquier cosa”.
“No se han cumplido lo que hay en los contratos, desde los horarios de trabajo, tampoco el que íbamos a laborar todos los fines de semana, pero actualmente es una cuestión delicada porque hay gente vulnerable expuesta a lo más importante, que es la salud”, señala una coordinadora, quien accedió a dar su declaración en anonimato para evitar mayores conflictos con el instituto.
Platica que hay una mujer de 64 años que presenta diabetes e hipertensión y quien a pesar de que la semana pasada el INEGI envió un comunicado que señaló que apoyaría la estrategia de contingencia a nivel nacional y estatal, “no ha regresado a la encuestadora, siendo que es parte de un sector vulnerable, y ella tampoco renunciará, porque si no, no le pagarán el mes que ha trabajado para realizar el censo”, expresó.
Asimismo, coinciden varias de las y los entrevistados, en que después del comunicado enviado por el Instituto, se le dio 100 pesos para que ellos mismos compraran los insumos para protegerse del Covid-19, “pero actualmente todo está agotado, no hay manera de conseguir los insumos, pero ellos solo quieren sacar el censo, sin que se preocupen por el bienestar de quienes lo hacemos”, expone.
Dentro de estas situaciones, un encuestador entrevistado señala que pagan su seguro, además que en su contrato señala que el horario es de lunes a viernes de 8:30 de la mañana a 16:30 horas, “pero casi nunca se cumple y salimos hasta las 20:00 o 22:00 horas porque quieren que se completen 50 entrevistas diarias, cuando el Censo y el trabajo que se realiza también es contabilizar comercios o terrenos, entonces ese trabajo no cuenta para ellos, pero nosotros también lo hacemos en la jornada laboral”.
“Hay una presión para todos y todas, y nos arriesgamos a que nos suceda algo, sobre todo en los puntos más conflictivos de la entidad, en donde ya han querido apuñalar a unos compañeros, les han querido robar los dispositivos, han querido jalar a compañeras a la fuerza a los hogares, además han presionado a muchas de ellas para que renuncien y así no les pagan los días laborados y, además, ante la contingencia no tenemos ni gel antibacterial, ni cubrebocas, ni guantes de látex, porque todo está agotado”, indica.
Otra encuestadora, quien tiene experiencia en trabajo de campo, señala que “el INEGI no cuenta con protocolos de seguridad, sobre todo por cuestiones de riesgo, porque hay lugares que son más peligrosos para las mujeres que para los hombres, y en trabajo de campo siempre debe haber un ‘plan fuga’ en caso de que tengamos que actuar debido a que se pone en riesgo su bienestar y hay que sacarlos de la comunidad”, señala una de las entrevistadoras, quien, al igual que las y los demás, prefirieron mantenerse en anonimato por temor a represalias.
Existe una página en Facebook que se llama INEGI MUJERES, donde se han realizado “tendederos virtuales”, y donde encuestadoras señalan las diversas acciones de hostigamiento laboral y sexual que han recibido en este mes de trabajo, así como algunas situaciones que ponen en riesgo su salud, como desmayos por los golpes de calor o agresiones por parte de los encuestados, mismos por los que no ha respondido el Instituto.
Para obtener la versión del INEGI en Hidalgo, coordinado por Laura Silvia González Quintos, se pidió una entrevista para saber el posicionamiento y las acciones que se realizarán sobre estas quejas, pero se negaron a la entrevista “porque en este momento la prioridad es acabar el censo”, indicaron en la oficina de la titular.