Más de un tercio de la población mundial estaba este
miércoles confinada, después de que India se sumase al aislamiento para
frenar la propagación del coronavirus.
Mientras el Senado de Estados Unidos acordó con la Casa
Blanca un gigantesco paquete de ayudas por dos billones de dólares, que hizo
reaccionar los mercados mundiales, España registró en un día 738 muertos y
acumuló tres mil 434 fallecimientos, sólo superada por Italia.
Con el confinamiento de India, el segundo país con mayor
población mundial ya hay cerca de tres mil millones de personas enclaustradas
en casa, según un recuento a partir de una base de datos de la AFP.
En el gigante asiático el bullicio constante ha mutado a una
calma irreal con aviones y trenes inmovilizados, calles vacías, regiones que
cerraron fronteras y una consigna repetida todo el tiempo: "Quédense en
casa".
Pero en la calma también surgen brotes de paranoia.
Pueblos protegidos con barricadas, policías locales autorizados a disparar a
quienes violen el confinamiento o carteles rojos pegados en las puertas de
quienes hayan viajado al extranjero.
La propagación de la pandemia llevó al presidente ruso
Vladimir Putin --en su último mandato bajo el marco legal actual-- a postergar
sin fecha el voto sobre su reforma constitucional y a declarar asueto laboral
la semana próxima.
En todo el mundo, el COVID-19 causó más de 19 mil
muertos y más de 427 mil casos de contagio en 181 países o territorios,
según el último balance establecido por la AFP en base a fuentes oficiales.
Esta cifra solo refleja una parte del número real de
infectados, ya que muchos países únicamente hacen las pruebas a los pacientes
que necesitan ser ingresados.
Sumándose a la lista de dirigentes y famosos infectados con
el temible virus, el príncipe Carlos, de 71 años, hijo mayor de la reina
Isabel II y heredero al trono británico, dio positivo pero "se
mantiene en buena salud", según un comunicado oficial.
Ayuda a mercados
En el plano económico, los mercados mundiales se vieron
impulsados por el anuncio de Estados Unidos de un plan de ayuda de 2 billones
de dólares frente a la crisis del COVID-19. Las principales bolsas europeas
abrieron en verde, después de muchos días negros.
Se trata del paquete de rescate "más grande en la
historia de Estados Unidos", dijo el jefe de los demócratas en el Senado,
Chuck Schumer.
En Estados Unidos, con 700 muertos y 53 mil casos de
contagio, alrededor del 40% de la población está confinada en casa o a
punto de estarlo, con restricciones que varían de un estado a otro.
El presidente Donald Trump no está de acuerdo con un
confinamiento prolongado. "Hay que volver al trabajo mucho antes de lo que
piensa la gente", declaró Trump en Fox News.
"Peor que la guerra"
En los países más afectados, los hospitales están saturados
y el personal sanitario, agotado y expuesto al contagio por falta de
mascarillas y material adaptado. Entierran o incineran a sus muertos
rápidamente.
En Italia, el saldo diario sigue siendo una pesadilla: el
martes murieron otras 743 personas.
Es "peor que una guerra", constata Orlando Gualdi,
alcalde Vertova, cerca de Bérgamo (norte), una pequeña localidad donde el virus
ha matado a más gente que la Segunda Guerra Mundial.
En África, América Latina y Europa, los toques de queda, los
confinamientos, el cierre de empresas y las restricciones de desplazamiento se
generalizan.
La mayoría de los científicos estiman que las medidas
drásticas de este tipo son las únicas que pueden frenar la enfermedad, contra
la que no hay vacuna ni tratamiento.
Colombia también comenzó este miércoles un confinamiento
general de 19 días. "El confinamiento es actualmente la única estrategia
verdaderamente operacional", recalcó el consejo científico francés.
En cambio el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, piensa
como Trump y comparó las medidas de confinamiento y el cierre de comercios y
servicios públicos aplicados por varios estados y municipios con una política
de "tierra arrasada".
"Debemos mantener los empleos y preservar el sustento
de las familias", dijo. "El grupo de riesgo es el de las personas de
más de 60 años. ¿Entonces por qué cerrar escuelas?", se preguntó.
En Brasil, donde hay dos mil 201 casos de COVID-19 y 46
muertes, las deficiencias del sistema sanitario, la pobreza y las condiciones
insalubres en las que vive gran parte de la población amenazan con agravar la
epidemia en la principal economía de América Latina.
En China, las drásticas restricciones impuestas durante
varios meses en la provincia de Hubei, epicentro de la pandemia, se levantaron
el miércoles. No se detectó ningún caso de contagio local en 24 horas en el
país, pero se identificaron 47 "importados" del extranjero.