La cancelación del equinoccio en la zona arqueológica de
Chichén Itzá dejará pérdidas por alrededor de 5 millones de pesos, tan sólo el
21 de marzo.
Como parte de las medidas de prevención contra el COVID-19,
el gobierno estatal anunció la suspensión de actividades dentro de las zonas
arqueológicas.
El año pasado, más de 13 mil personas asistieron a dicho
evento, de las cuales el 80 por ciento era de procedencia extranjera, precisó
Marco Antonio Santos Ramírez, director del recinto.
La tarifa por entrada para extranjeros es de 480 pesos. Es
decir, si se esperaba la misma cantidad de gente para este 2020 (13 mil
visitantes) perderán alrededor de 4 millones 992 mil pesos en ingresos de
extranjeros.
Cerca del 15 por ciento es de visitantes nacionales de otros
estados, quienes pagan 202 pesos la entrada, lo que significa unos 400 mil
pesos. El otro cinco por ciento es de locales, quienes sólo pagan la cuota del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que es de 80 pesos, lo
que representa una pérdida de 52 mil pesos.
El fenómeno arqueoastrómico es visible también en la zona
arqueológica de Dzibilchaltún, donde suele acudir una menor cantidad de
público, en buena medida por ocurrir al amanecer, pero sin dejar de representar
un número importante de asistentes.
Fuente: Jornada Maya