La sequía extrema, las temperaturas altas, la falta de
lluvias y la irresponsabilidad de algunos campesinos propiciaron que en las
últimas semanas se duplicara el número de incendios y la superficie siniestrada
con el consiguiente daño ecológico para la región y pérdidas económicas para
ganaderos y agricultores de Yucatán.
El director de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo
Rural (Seder), José Manuel Bolio García, integrante del Comité Estatal de
Prevención y Combate de Incendios Agropecuarios y Forestales de Yucatán,
informó que a un mes y medio de que se inició la temporada de quemas agrícolas
en el Estado, el ejército de casi 400 combatientes de incendios sigue con la
ardua tarea de apagar el fuego en distintos frentes y redobla sus esfuerzos a
fin de evitar que las conflagraciones causen pérdidas ambientales y daños a las
comunidades.
El 24 de marzo pasado publicamos que Bolio García declaró
que en los primeros 15 días de la temporada se siniestraron 2,418 hectáreas y
hasta esa fecha solo había recibido 55 solicitudes para realizar quemas
agrícolas.
Ayer, en nuevo balance, el funcionario de la Seder dijo que
en un mes y medio registraron un total de 198 incendios con 6,582.32 hectáreas
quemadas, principalmente áreas con árboles adultos, arbustos y pastizales.
Además, solo habían dado 72 permisos para quemas agrícolas en total.
Ante este incremento en el número de incendios y superficie
siniestrada, Bolio García consideró que es momento de fortalecer los vínculos
entre los campesinos y las autoridades municipales que llevan control de los
permisos, a fin de que aquellos respeten de manera puntual el calendario de las
quemas autorizado por el gobierno del Estado.
Fuente: Megamedia