Desde 2018, cuando se tuvo el registro de tres casos de
chikungunya en Yucatán, la Península se había mantenido libre de casos de la
enfermedad que transmite el mosco Aedes aegypti y Aedes albopictus (mosquito
tigre) y que emergió en 2015, afectando a más de mil 600 yucatecos ese año.
Sin embargo, en el más reciente Boletín Epidemiológico de la
Secretaría de Salud se reportó un caso de este padecimiento en Quintana Roo, el
primero en dos años en la región.
La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida
por mosquitos. Se descubrió por primera vez en un brote en el sur de Tanzanía
en 1952.
Aunque en estos días se tiene especial cuidado en la higiene
por el Covid-19, existe la posibilidad de que reaparezca el chikungunya en el
Estado, al registrarse el primer caso en Quintana Roo.
“La infección por chikungunya es una enfermedad transmitida
por el mosco Aedes aegypti y albopictus, se caracteriza por el inicio brusco de
fiebre que a menudo se acompaña de signos y síntomas que pueden parecerse a la
artritis reumatoide del adulto, como dolores articulares, que se pueden volver
crónicos y debilitantes en algunas personas”, explicó Jacinto Herrera,
integrante de la Correspondencia Península del Colegio Mexicano de
Reumatología.
Agregó que en la etapa aguda el paciente presenta mucho
dolor articular y demás síntomas como dolores musculares, dolores de cabeza,
náuseas, cansancio y erupciones cutáneas y que la etapa crónica puede
extenderse durante un largo período.
“Tengo pacientes que atendí en 2015 por chikungunya, que
luego de dos o tres años aún presentaban dolores de tipo reumático”, explicó el
reumatólogo.
Jacinto Herrera comentó que del total de casos de
chikungunya, el 88 por ciento pasa a la fase subaguda que puede durar hasta
tres meses y el 12 por ciento continua a la fase crónica del padecimiento
transmitido por el mosco Aedes aegyti, la cual puede afectar al paciente hasta
tres años.
“Muchos pacientes luego de la fase aguda que dura entre 7 y
10 días presentan cierta mejoría y de repente, se presentan de nuevo los
dolores articulares, es cuando acuden al consultorio y afirman que les “volvió
a dar” chikungunya; en realidad no es que se hayan contagiado nuevamente sino
que han pasado a la fase subaguda de la enfermedad y si esta dura más de tres meses
darán el salto a la etapa crónica que comentamos”, puntualizó.
Según reportes de la OMS, las personas infectadas ya sean
sintomáticas o asintomáticas son las portadoras y multiplicadoras del virus, ya
que los mosquitos que no están infectados se infectan al picar a una persona
infectada y al picar a otra transfieren el virus.
Aunque en Yucatán, de acuerdo con la Secretaría de Salud,
solo se tiene presencia del mosco Aedes Aegypti, que también es transmisor de
dengue y zika, una investigación publicada en junio de 2018, reportó que en la
revista “Journal of the American Mosquito Control Association”, se alertó de la
presencia del mosco Aedes Albopictus en Yucatán al realizarse el hallazgo de
ejemplares de esta especie en el municipio de Tizimín.
Los ejemplares se recolectaron en el por medio de ovitrampas
en el cementerio de Tizimín los días 19 y 20 de junio de 2017.
“Este es el primer informe del mosquito en los estados de Tabasco y Yucatán y la confirmación de su presencia en el estado de Quintana Roo. Aedes albopictus se clasifica como un vector secundario de enfermedades como las causadas por los virus del dengue, chikungunya y Zika, que han causado brotes epidémicos en la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales de México, por lo tanto, la vigilancia para la detección de Ae. Albopictus es primordial para que se puedan implementar estrategias de control dirigidas para su control en todo México”, explicaba el artículo científico.