Durante la conferencia de prensa global de este lunes, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, confirmó que en algunos países que han relajado sus medidas restrictivas ha habido casos de retorno de contagios en mayor o menor medida, lo cual representa un nuevo desafío para las autoridades de salud global y locales. Refirió que estos desafíos aguardan hacia el futuro y, de manera variable, se presentarán a la par de que las medidas restrictivas se levanten.
En Corea del Sur, enunció, se tuvieron que cerrar lugares públicos como bares y otros clubes nocturnos cuando se tuvo registro de un caso confirmado que obligó al rastreo de muchos contactos, mientras que en Wuhan, otrora zona cero de la pandemia, se identificó el primer brote de contagios desde el relajamiento de sus medidas. Lo mismo sucedió, en Alemania, reconoció Adhanom, toda vez que se ha reportado un incremento de los casos desde que se mesuraron las restricciones.
"Hay más de 40 millones de casos de Covid-19 en todo el mundo. Durante las semanas anteriores, varios países han empezado a relajar las instrucciones para quedarse en casa y otras restricciones de manera gradual. Otros países implementaron medidas estrictas, algunas incluso impusieron prohibiciones a manera de respuesta por la fuerte transmisión. Algunos han aprovechado el tiempo para mejorar sus habilidades para hacer pruebas, localizar casos, aislar y tratar a los pacientes. Es la mejor manera de obligar al descenso de la propagación del virus y a restar presión a los sistemas de salud. La buena noticia es que se han tenido resultados favorables en el descenso del virus y, con ello, salvando vidas. Por supuesto, medidas tan fuertes han tenido un costo. Reconocemos que han habido impactos serios por los cierres económicos y sociales que han puesto en detrimento la vida de muchas personas", mencionó el director general del organismo.
Reiteró que hasta que haya una vacuna, el grupo integral de medidas es el recurso más efectivo para mitigar el virus e hizo énfasis en aquellos países que ya contemplan el regreso de los menores de edad a clases presenciales y de trabajadores a sus oficinas.
"Primero, se necesita una clara comprensión acerca de la tasa y severidad de transmisión de Covid-19 entre los niños. Segundo, se debe considerar la incidencia epidemiológica de la zona en la que cada escuela esté situada. Tercero, debe haber una capacidad para mantener las medidas de prevención y control de Covid-19 dentro del entorno escolar”, indicó.
El Economista
