Moisés Escamilla May “El Gordo May”, líder de una célula de
Los Zetas en Cancún murió en el Penal de Puente Grande, Jalisco, presuntamente
por coronavirus COVID-19.
Personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses dio
a conocer que el sujeto de marras murió en el Centro Federal de Reinserción
Social N.-2 de Puente Grande, en El Asalto, Jalisco, “por una enfermedad
gripal”, manejada como posible coronavirus.
El cuerpo fue levantado por peritos forenses y fue llevado
al Servicio Médico Forense en espera de la necropsia que marca la ley.
“El Gordo” May era originario de Campeche. Fue arrestado en
Cancún en septiembre de 2008, un mes después de que ocurrieron los sucesos de
las doce personas decapitadas en Mérida, hechos que conmocionaron a los
yucatecos y yucatecas.
Fue arrestado junto con otros diez delincuentes que fueron
juzgados en Jalisco por delincuencia organizada, delitos contra la salud y
posesión de armas y cartuchos de uso reservado, en el Juzgado Tercero de
Distrito de Jalisco.
En aquella ocasión fueron detenidos Santiago Jiménez Alejo
“El Pelozorro”, Pedro Álvarez Navarro, Adrián Sánchez Escobar, José Adalberto
Macdonald Pérez “Pelaloro”, Isidro Álvarez Pérez “El Negro”, José de Jesús
Recino Ramos, David Trejo Gómez “El Gafe” o “El Flaco”, Moisés Escamilla May
“El Gordo May” y/o José Luis Chávez Ruiz y Margie Novelo Rosado.
De acuerdo con las investigaciones, constituían una célula
de “Los Zetas” responsable de la distribución de cocaína en Cancún, y eran
encabezados por Moisés Escamilla May, alias “El Gordo May”.
El jefe de la banda contaba con una célula de “Halcones”
(vigilantes), integrada presuntamente por policías municipales y civiles que le
reportaban todos los movimientos de los cuerpos policiacos en la ciudad. Se les
vinculó y acusó con el crimen de los decapitados.
Fuente: Por Esto