Predicciones a largo plazo por parte de especialistas en el
clima señalan que comienza a formarse el fenómeno La Niña y aumentaría de un 25
a 46 por ciento de verano a invierno.
Los efectos que se pueden presentar cuando existe La Niña es
que las precipitaciones pueden estar dentro o superiores a lo normal en gran
parte de México durante la transición otoño-invierno.
Estas lluvias fuertes se presentarían especialmente en el
sureste, oriente y centro del país debido a una mayor actividad tropical (ondas
y ciclones), siendo condiciones más secas de lo normal en el
noroeste-occidente, aunque un solo ciclón podría ser suficiente para generar
lluvias importantes en dichas regiones.
Hasta el momento, persiste el pronóstico para una temporada
de ciclones tropicales activa en la cuenca del Atlántico considerando distintas
agencias e instituciones meteorológicas, donde se estiman en promedio un total
de 15-18 sistemas con nombre.
En esta segunda quincena de junio, es probable una
activación de ciclones en el Pacífico cercano a México e incluso en el Golfo de
México.
Para julio, esta actividad podría ahora aumentar en algún punto del Caribe, Golfo de México o Atlántico tropical.