Guadalajara.- México está por recibir una visita anual
importante proveniente de África: el polvo del Desierto del Sahara, que al
llegar a América ayuda a la conservación de las selvas.
"Es tanto su volumen que llega al Amazonas y llega a
nuestro territorio, este polvo que va aerotransportando, a la hora de
llegar de África a América fertiliza las selvas, es uno de los beneficios que
nos trae", explicó el meteorólogo de la UdeG, Héctor Magaña.
Los polvos pueden verse a simple vista, como una nube que
cubre parte del cielo, pero su magnitud se aprecia en los satélites que
muestran cómo cubre al Océano Atlántico, desde Cabo Verde, en África, hasta
América, por el lado de Brasil.
Los vientos alisios, predominantes durante el verano,
arrastran cada año este material polvoriento y su llegada a nuestro país
depende de la intensidad con la que soplen. El año pasado, el 22 de junio,
llegaron por la Península de Yucatán.
Magaña refirió que este fenómeno anual también trae algunas
afectaciones, pues al cubrir el Atlántico impide que la radiación solar
caliente el océano.
"No deja pasar los rayos solares, los devuelve hacia el
espacio y uno de tantos ingredientes que se necesitan para que se formen los
huracanes es la temperatura del mar, entonces si este polvo se mantiene por
mucho tiempo en la atmósfera no se calienta el océano y no se producen los
huracanes", explicó.
Aunque todavía se hacen estudios para ver cómo influyen los
polvos del Sahara en los huracanes, se ha visto que cuando están estas
partículas aerotransportándose, no se da la formación de las tormentas
tropicales.
"Además, el polvo cuando se está aerotransportando trae
muchas rayaduras, mucho movimiento y ese es otro factor que nos inhibe a los
huracanes, son dos factores juntos que inhiben a los huracanes, obviamente que
cuando se quite aparezca uno, o aparezca en latitudes más arriba donde no
afecta el polvo".
Fuente: Reforma